Siete ideas geniales de Macedonio Fernández
Lunes 19 de agosto de 2024
Tomados de sus cuadernos y libretas perdidas, estos breves textos aforísticos son un buen ejemplo del genio macedoniano.
En Todo o Nada (Ediciones Corregidor, publicado por primera vez en 1995 y reeditado desde entonces en el mismo sello) nos encontramos con un conjunto extraordinario de textos de Macedonio Fernández, el gran escritor argentino admirado incluso por Borges.
Con ordenación y notas de Adolfo de Obieta, en Todo y Nada se reparten sin índice ni orden aparente piezas venidas de “algunas de las innumerables páginas (descrifradas o descifrables) de unos treinta cuadernos o libretas o innúmeras hojas sueltas” que escribió entre 1922 y 1952. Son anotaciones, apuntes de ideas sueltas, recuerdos, hipótesis extravagantes y breves opiniones argumentadas acerca de los más diversos asuntos, desde la salud, la metafísica y el matrimonio hasta el orden civilizatorio y el destino de la humanidad.
Es de este tomo imperdible que tomamos los siete pensamientos que siguen:
“Qué poco dura el saber. A los 20 años todo lo sabía; a los 70 no entiendo nada”.
“Siempre hay tiempo para llegar tarde; es lo más holgado que tenemos”.
“Quizá en la vida no haya un día bueno, pero tampoco uno totalmente malo”.
“La pluma no se debe ‘empuñar’, se debe suspender en la línea de la cabeza al papel, escuchando en espera de nuestro pensar. Quien la ‘empuña’ resuelto, irresponsable, se larga a la caza de la casualidad verbal y su hora dedicada a este quehacer humilla al lector. Respetémoslo ahorrándole nuestras malas horas”.
“Las cosas tienen una constante: estorbar, y una momentánea: servir. Quizás al conocimiento o la memoria le ocurre lo mismo”.
“Hay que enseñar a creer, pero más aún a no creer”.
“La vida es el susto de un sueño”.