Tres poemas de Kenneth Rexroth
En traducción de Laura Crespi
Miércoles 16 de diciembre de 2020
Con versión y prólogo de Laura Crespi, El amor es un arte del tiempo, de 1974, ahora publicado en Cuadernos de traducción: compartimos estos poemas del escritor estadounidense en sus versiones delicadas después de haber disfrutado de las que hizo de Elizabeth Bishop.
Poemas de Kenneth Rexroth. Prólogo y traducción de Laura Crespi. Photo de Nat Farbman/The LIFE Picture Collection: fuente.
Kenneth Rexroth nace en South Bend, Indiana, en 1905, y muere en Santa Bárbara, California, en 1982, después de una larga vida de viajes, publicaciones, experiencias laborales de diverso tipo y participación en distintas manifestaciones políticas y artísticas como músico, periodista, pacifista, anarquista y artista plástico. Publicó muchos libros de poemas, algo de narrativa y teatro en verso y algunos ensayos geniales, así como gran cantidad traducciones, en especial de la poesía japonesa y china. En algún momento entró también en la industria discográfica y produjo algunos discos fusionando lecturas de poesía con música de distintas agrupaciones de jazz. En este sentido, así como en otros relacionados con su estilo de vida y con el resto de sus movimientos con la poesía, fue uno de los primeros agitadores de la escena poética de San Francisco. Allí terminó instalándose desde los veintidós años – después de pasar la adolescencia en Chicago y formar parte de un renacimiento de la bohemia en esa ciudad, y alternativamente de la escena neoyorquina de Greenwich Village– inspirando así a las siguientes generaciones de poetas, entre ellos, y quizás en primer lugar, a los beats. Era él uno de los que organizaba la famosa lectura 6 poets at 6 gallery donde Allen Ginsberg leyó por primera Howl, en 1955. Gran lector y autodidacta en casi todos los géneros, a los que nutrió con libros tan sorprendentes y brillantes como Classics Revisited, ya hacia fines de los sesenta, cuando se muda a Santa Bárbara, empieza a dar clases en la Universidad de California, entrando por primera vez al circuito académico y dictando en forma muy poco convencional seminarios que convocaban a cientos de estudiantes. Orador, montañista, espectador de casi entero el siglo veinte y el Estados Unidos de varias revoluciones en marcha.
Su obra completa de poesía está editada por Sam Hamill y Bradford Morrow en Cooper Canyon Press; si bien casi todos sus libros habían sido publicados por el sello que fundara James Laughlin en 1936, New Directions Press. En las primeras páginas de su autobiografía escribe: “He pasado mi vida tratando de escribir como hablo”.
LA FAMILIA
Tarde en la noche
volviendo de Melbourne
de una fiesta en Kangaroo Plains,
paramos el auto junto a una laguna negra.
El aire es inmóvil, cristalino.
Salgo, enciendo un fósforo,
y estudio el mapa de las estrellas.
Soplo el fósforo,
y por encima y adelante y debajo mío,
doble en el agua inmóvil,
millones de estrellas aparecen
que no había visto nunca antes
y que nunca volveré a ver otra vez.
Y ahí están esas dos
hijas universos de mi universo,
las Nubes de Magallanes –
dos amebas fosforescentes por encima,
y dos en el agua sin fondo.
CONFUSIÓN DE LOS SENTIDOS
Luz de luna colma los laureles
como música. El aire iluminado
por la luna no se mueve. Tu cara
blanca se mueve hacia mi cara.
Una tristeza voluptuosa
nos sostiene como una telaraña
como una canción, un perfume, la luz de la luna.
Tu pelo cae y sostiene nuestras caras.
Tus labios se enroscan en los míos.
Tu lengua entra en mi boca.
Un murciélago vuela atravesando la luz de la luna.
Luz de luna que llena tus ojos
no tienen ni iris ni pupila
son sólo globos de fuego frío
como los ojos de los ciervos que van a nuestro lado
a través del bosque despejado.
Tu cuerpo esbelto tiembla
y huele a alga marina.
Caemos juntos escuchando
nuestras respiraciones bajo la luz de la luna.
¿Escuchás? Respiramos. Estamos vivos.
SÓLO VACÍO
Tiempo como vidrio
espacio como vidrio
me siento tranquilo
en cualquier lado cualquier cosa
pasa
tranquila ruidosa aún turbulenta
la serpiente se enrosca
en sí misma
todas las cosas son translúcidas
después transparentes
después se van
sólo vacío
sin límites
sólo la infinitamente débil
canción
de la mente enroscada
sólo eso.