Tres poemas de Jane Kenyon
Selecciones breves
Miércoles 13 de febrero de 2019
"Para mí la poesía es siempre un lugar seguro, un refugio, y lo ha sido desde que estudié en la escuela primaria, así pues era natural para mí escribir sobre estas cosas que ocurrían en mi propia alma", respondió la poeta en 1993. Aquí, una breve selección de poemas tomados de De otra manera (pre-Textos), con traducción de Hilario Barrero.
"Escribir estos poemas fue mi esfuerzo para comprender y controlar lo que me estaba ocurriendo. Para mí la poesía es siempre un lugar seguro, un refugio, y lo ha sido desde que estudié en la escuela primaria, así pues era natural para mí escribir sobre estas cosas que ocurrían en mi propia alma", respondió la poeta en 1993. Aquí, una breve selección de poemas tomados de De otra manera (antología publicada por Pre-Textos), con traducción de Hilario Barrero.
Jane Kenyon nació en Ann Arbor, Michigan, Estados Unidos, en 1947, y falleció en 1995. Hija de un músico de jazz y de una cantante, se crió en una casa repleta de libros. Su vida fue breve, y en ella completó cuatro libros de poesía. Fue además traductora y colaboró en medios periodísticos culturales.
El pretendiente
Nos acostamos dándonos la espalda. Las cortinas
suben y bajan
como el pecho de alguien que duerme.
El viento mueve las hojas del viejo boj,
mostrando sus claros reversos
al dar la vuelta todas a la vez
como un banco de peces.
De pronto, comprendo que soy feliz.
Durante meses este sentimiento
se ha estado acercando, ha permanecido
en breves visitas como un tímido pretendiente.
La pera
Hay un momento en la madurez
en que te aburres, encolerizado
por tu mente mediocre,
aterrorizado.
Ese día el sol
deslumbrante te quema
y te hace sentir más desolado.
Pasa sutilmente como cuando una pera
se pudre de dentro afuera
y tú tal vez no lo adviertes
hasta que es demasiado tarde.
Galleta
El perro ha limpiado su cuenco
y su recompensa es una galleta
que yo pongo en su boca
como un sacerdote ofrece la hostia.
¡No puedo soportar esa cara confiada!
Él pide pan, espera
pan y yo con mi poder
podría haberle dado una piedra.