Tres poemas de Bertolt Brecht
Miércoles 31 de enero de 2024
Tomados de 80 poemsa y canciones de Bertolt Brecht, el poeta, director teatral y dramaturgo, con edición bilingüe de Adriana Hidalgo, selección y traducción de Jorge Hacker.
Traducciones del alemán de Jorge Hacker.
Poeta, director teatral y dramaturgo, Bertolt Brecht nació el 10 de febrero de 1898 en Augsburgo (Baviera), y estudió en las universidades de Munich y Berlín. Sus primeras obras muestran la influencia del expresionismo, el movimiento estético dominante de la época. En colaboración con Kurt Weill escribió el drama musical ‘La ópera de los dos centavos’, que se convirtió en el éxito teatral más importante de Brecht y ‘Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny’, una crítica despiadada del orden capitalista. Durante este período inicial de su carrera, Brecht empezó a desarrollar su famosa técnica dramática conocida como «teatro épico». En 1933, luego del ascenso de Hitler, se vio forzado a huir de Alemania, viviendo primero en Escandinavia y estableciéndose finalmente en California (EE.UU.) en 1941. De su producción en el exilio deben mencionarse las obras ‘La vida de Galileo Galilei’ (1938-1939), ‘Madre Coraje y sus hijos’ (1941), y ‘El círculo de tiza caucasiano’ (1944-1945). En 1948, Brecht volvió a Alemania y se estableció en Berlín Oriental, donde fundó su propia compañía teatral, el Berliner Ensemble. Murió el 14 de agosto de 1956.
LA MUCHACHA AHOGADA
Cuando terminó de ahogarse y comenzó a flotar
de los arroyos a los ríos más caudalosos,
el cielo opalino brilló como un extraño fanal
bendiciendo al cadáver en su ambulante reposo.
Algas y plantas marinas se le iban colgando al pasar
hasta que poco a poco se fue poniendo pesada.
Los fríos peces se posaban sobre sus pies
haciendo más lento su viaje a la última morada.
Y de noche el cielo se puso oscuro como el humo
y mantuvo en suspenso la luz de las estrellas.
Pero al alba aclaró para que todavía
tuviera ella madrugadas y atardeceres.
Y cuando su pálido cuerpo en el agua se echó a perder
sucedió (muy lentamente) que Dios la fue olvidando
primero la cara, luego las manos, y su largo cabello al final.
Luego fue sólo carroña entre tanta carroña que pasa flotando.
DILUVIO
Siete veces
pasas sin ver.
A la octava
condenas sin mirar.
RECUERDOS SENTIMENTALES
ANTE UNA DEDICATORIA
1
Entre papeles amarillos alguna vez valiosos,
cuando uno bebe los lee... borracho es mejor...
Una fotografía. Algo escrito sobre ella;
se me humedecen los ojos: LIMPIA. PRÁCTICA. FEROZ.
2
Se lavaba siempre con jabón de almendras.
Aquel toallón de baño, ella lo compró.
La receta de vino dulce y la pipa de oriente
eran recursos contra los vahos del amor.
3
Tomaba las cosas en serio. No navegaba. Era toda reflexión.
Exigía sacrificios para el arte.