Tres poemas de Emily Dickinson
Poesía estadounidense
Martes 17 de octubre de 2017
"No estoy habituada a la esperanza": sólo un par de los 1800 poemas que Emily Dickinson escribió y guardaba en paquetitos fueron publicados durante su vida, ocupada entre otras pocas cosas por su jardín y por su salud delicada. Compartimos tres poemas de esa escritora secreta y recluida, una de las voces capitales de la poesía en inglés.
"Podría estar más sola / sin mi soledad": sólo un par de los 1800 poemas que Emily Dickinson escribió fueron publicados durante su vida. Nacida en Amherst, Massachusetts, en 1830, vivió gran parte de su vida recluida.
"Bajo una aparente sencillez, exenta de retórica ampulosa, subyace un sentido amiguo que desafía la capacidad y el interés del lector por descifrarla": con traducción de Delia Pasini, publicamos tres poemas suyos que tomamos de la antología bilingüe que publicó en Argentina Losada.
¡Soy Nadie! ¿Y tú, quién eres?
¿Nadie, también?
¡Somos dos, entonces!
¡Calla!, podrían descubrirnos.
¡Qué tedioso ser Alguien!
¡Cuánto impudor, cual una rana,
repetir tu nombre todo el día
ante una charca admirativa!
*
Jugamos con engrudo
hasta verlo apto para perlas;
luego, arrojamos el engrudo
y nos sentimos unos tontos.
Las formas, no obstante, eran similares
y nuestras nuevas manos
aprendieron las tácticas de las gemas
practicando con arena.
*
Si puedo evitar que un corazón se rompa
no habré vivido en vano
si puedo aliviar una vida de dolor
o entibiar una pena
o ayudar a un petirrojo caído
devolviéndolo a su nido
no habré vivido en vano.