Un silencio mutuo
Paul Celan
Paul Celan
Jueves 26 de mayo de 2016
Segunda entrega de la serie curada por Alejandro Méndez, autor de libros como Tsunami y Cosmorama. Hoy, el poema que condensa el verborrágico silencio entre Paul Celan y Heidegger, los "palos en el pantano".
Notas y selección de Alejandro Méndez.
Paul Celan es un poeta que casi no necesita presentación. Sólo quiero detenerme dentro de su conocida obra, en un poema que considero emblemático y que problematiza como ninguno cuestiones clave de nuestra sociedad.
Ese poema refiere al encuentro que tuvo con Heidegger, el 25 de julio de 1966, en la cabaña que ocupaba el filósofo en la Selva Negra, el mismo lugar donde escribiera Ser y tiempo. Ese día dieron un paseo en auto donde Celan hizo alusión al peligro de un rebrote nazi y a la conveniencia de que Heidegger se expidiera públicamente al respecto. Como única respuesta recibió un largo silencio.
En ese silencio se inscribe la escritura de «Todtnauberg». Según el filósofo francés Lacoue-Labarthe, en «Todtnauberg» la palabra esperada es "perdón". Un perdón que Heidegger le debía, ante tanta sospecha de colaboracionismo, al poeta judío. Pero para otro pensador francés, Alain Badiou, el silencio de Heidegger es coherente con su «fetichización filosófica del poema». Esto quiere decir que en la filosofía heideggeriana la poesía aparece como una instancia privilegiada capaz de dar respuesta a todo. En todo caso este poema de Celan, formal y semánticamente, es una escritura abierta que logra perfectamente encarnarse en ese silencio.
Luego de este encuentro, Heidegger pronunció una de sus frases más conocidas: “Seitdem haben wir Vieles einander zugeschwiegen” (“Desde entonces, es mucho lo que nos hemos dicho en silencio el uno al otro, en silencio mutuo”).
Por su parte Celan, unos años antes, había dicho: “El poema puede ser (…) una botella mensajera, arrojada en la creencia (…) de que en alguna parte, en algún momento, podría ser depositada en tierra, tal vez en tierra cordial. Los poemas están en camino también de esta manera: se dirigen hacia algo. ¿Hacia dónde? Hacia algo que está abierto” (Alocución de Bremen).
TODTNAUBERG
Árnica, bálsamo de los ojos, el
trago en el pozo de agua con el
balde de estrellas encima
en la
cabaña
allí, en el libro
¿el nombre de quién estaba anotado
antes del mío?
allí, en este libro
la línea escrita
con una esperanza, hoy,
en la palabra de un pensador
que llegue
al corazón
humus del bosque, sin aplanar,
orchis y orchis, único,
lo crudo, más tarde, durante el viaje
auto,
evidentemente,
quien nos conduce, el hombre,
él también a la escucha
las sendas a medio abrir
con palos en el pantano
humedad,
bastante.
Traducción: Enrique Foffani