Tres poemas de Andrés Neuman
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Foto Rodrigo Valero para El Cultural
Miércoles 12 de junio de 2024
La editorial Caleta Olivia publica la poesía reunida del escritor argentino radicado en España bajo el título Necesidad del canto.
Conocemos a Andrés Neuman sobre todo por su prosa, quizás porque su debut fue impactante: a los 22 años, con su primera novela, Bariloche (Anagrama), quedó finalista del Premio Herralde. Sus siguientes novelas fueron La vida en las ventanas (Finalista del Premio Primavera), Una vez Argentina, El viajero del siglo (Premio Alfaguara), entre otras. Además, publicó libros de cuentos como El que espera, El último minuto o Alumbramiento, un libro de aforismos y microensayos llamado El equilibrista.
Pero, como poeta, también comenzó temprano. Ha publicado Simulacros (Cuadernos del Vigía, 1998), Métodos de la noche (Hiperión, 1998, Premio Antonio Carvajal), Alfileres de luz (Universidad de Granada, 1999), El jugador de billar (Pre-Textos, 2000), El tobogán (Hiperión, 2002, Premio Hiperión), 'La canción del antílope (Pre-Textos, 2003) y Mística abajo (Acantilado, 2008), así como la colección de haikus Gotas negras (Plurabelle, 2003) y los Sonetos del extraño (Cuadernos del Vigía, 2007). Todos los poemarios anteriores, revisados y con dos libros inéditos, han sido reunidos en el volumen Década. Poesía 1997-2007 (Acantilado, 2008).
Ahora, Caleta Olivia publica Necesidad del canto, una antología poética que recoge sus trabajos en este género entre el 2000 y el 2020. De allí tomamos los tres poemas que siguen:
DE LA RELATIVA IMPOSIBILIDAD DE ABRAZAR UNA MONTAÑA
Se abraza una montaña
con los brazos de otros.
Rodear la perspectiva
para vernos ahí:
el cuerpo donde el ojo desarmado.
Hay más fe en la distancia entre las cosas
que en mi debilidad para cruzarla.
RUIDOS EQUIVOCADOS
Algunas cosas hacen
ruidos equivocados:
problemas de doblaje con el mundo.
De pronto un vaso tiene voz de niño,
el tenedor escarba una cabeza,
una mesa chirría su neumático.
El desorden provoca observación
en la misma medida que la música
discrepa de sus previas armonías.
Llevo en la espalda el eco
de la puerta que acabo de cerrar,
como esa noche en que dijimos frases
que merecían otros.
LA OTRA VÍA
Un poema no acude
a un solo andén.
En la estación que sabe demasiado
lo que quiso decir,
descarrilan los trenes.