Pájaro de trueno: selección de poemas de Dorothea Lasky
Poesía estadounidense contemporánea
Viernes 18 de mayo de 2018
"Ser el nombre absoluto, pero no tener la carga de ser / Ser el nombre dicho, pero no escuchado / No respirar más, ser la cosa / Ser la cosa siendo respirada". Tres poemas de la autora estadounidense tomados de las versiones que Valeria Meiller preparó para Triana Editorial.
Poemas de Dorothea Lasky. Traducción de Valeria Meiller.
Dorothea Lasky nació en St. Louis, Missouri, Estados Unidos. Actualmente vive en Brooklyn, Nueva York.
Es autora de los libros AWE, Black Life, Rome y Pájaro del Trueno, traducido al español por Valeria Meiller para editorial Triana, de cuya edición tomamos estos poemas.
Perro
para Lucy
Cuando mi padre no era más que un cadáver
El hombre vino y lo puso en una bolsa mortuoria
Había otro hombre senil
Con el que compartía la habitación
El hombre reconoció la bolsa negra y se asustó
Yo lo sostuve mientras se llevaban a mi padre
Ahora me siento en la vereda con mi perra
Le digo que nada es permanente
Así que tenemos que sentarnos acá y disfrutar el aire fresco
Que huele a otros mamíferos
Ella olfatea y me mira
Yo la rodeo con el brazo y empiezo a llorar
Una vecina aparece con su hijo
Que se esconde detrás de la esquina
Le tiene miedo a los perros
Llevo a mi perra adentro
Subimos la escalera saltando
Somos sólo dos cosas en el aire
Choque de avión del Pájaro del Trueno
Pájaro, ¿por qué descendés de esa forma?
Descansando
¿Estás descansando?
En la extraña forma
En que el metal sobre la piel
Arde
Fuiste construido para arder
Y también
Navegar a través del tiempo y el espacio
Aplastaste
Tiempo y espacio
El gran mundo
¿Por qué, oh, por qué te dejamos?
Quiero estar en vos todos los días
Quiero dormir en la panza de un pájaro de metal plateado
Todos los días
Podés oponerte al cielo
El trueno se estrella contra vos, podés oponerte al trueno
Los vientos
Los vientos viajan en vos, podés oponerte a los vientos
Me tirás del pelo
Me subís y me bajás
Me hacés chillar
Soy un pájaro pequeño en tu panza
Y por propia voluntad te dejo comerme, monstruo volador
Y por propia voluntad me someto a tus cielos
Que circulan siempre en sombras, justo detrás mío
Ser la cosa
Ser el nombre absoluto, pero no tener la carga de ser
Ser el nombre dicho, pero no escuchado
No respirar más, ser la cosa
Ser la cosa siendo respirada
No estar por morir, ya estar muerto
No tener que decepcionar
No tener la carga de llegar tarde
O puntual
No comer, no tener que comer
No sentir nada
No ser aquel cuyo sentir es criticado
No levantar las cajas que se caen
Estar en todas partes salvo en las cajas y los platos
No romper los platos
Estar más allá de romper
Estar roto
No soportar la carga de no estar presente
No tener que sentir el dolor de ser lastimando
Haber trascendido el dolor
De modo que el dolor sea sólo parte de la imaginación
Y la imaginación esté en todas partes, sea cada color
No tener color, ser el color
No producir sonido, ser el sonido
No tener lenguaje, hacer eco, planear el lenguaje
Ser el flujo de las palabras
No estar triste por
Aquellos que no se entristecen
No comer solo
No coger con aquellos que no encuentran atractivo tu cadáver
No coger
Ni llenar
Ser cenizas sin un lugar
No estar fuera de lugar, sino no estar en ningún lugar
Entrar en el océano no por capricho, sino como una fuerza
física
Donde no hay centro
Donde no hay seguridad
Nunca hubo
Nunca hubo ninguna ira
Nunca hubo nada que mirar
Nunca miré nada
Sólo fui y caminé
Traté de amar
Pero el amor es inútil
Y yo perdí toda esperanza, así de sombría soy en el fondo
Soy en el fondo lo que puede considerarse bajo
No hay bajo ni alto, espacio ni tiempo, estoy
Más allá de lo absoluto
No soporto el peso de tener que nombrar ni ser nombrada
Croar todo el día en el pantano
No digo una palabra
Existo
No, no existo
Nunca lo hice
Y vos tal vez sí
Pero yo nunca lo hice
Y vos debés haberme llamado
Pero yo ya me había ido
Y yo ya estoy ahí
Las cosas que nombrás
A mí ya me nombran
En un mundo de luz y cenizas
Todos llaman mi nombre
Me estaban esperando
Y ahora sé
Que desde siempre
Estuve ahí
Con ellos