Lengua excedida III
Martes 04 de noviembre de 2014
Tercera entrega del mes de curaduría a cargo de Emma Villazón, presentando poesía boliviana. Piezas de Rodolfo Ortíz en esta oportunidad.
Selección y comentario Emma Villazón.
Por el título de sus dos libros, ambos llamados Cuadernos de la sequía, aunque el segundo lleva el subtítulo [la casa del bosque de pelos], se puede observar la escritura de Rodolfo como un raro proyecto dentro las poéticas más conocidas. Acaso quizás el hecho de usar el mismo nombre para los libros pase porque, más allá del formato libro, todos los poemas convergen en un mismo “obrar”, apelando a Jaime Saenz. Pero la rareza no acaba ahí, los poemas de Rodolfo, en especial los de su último libro, tienen la cualidad de “trasbocar” —para usar una palabra del poemario—, en el sentido de que los textos hilan imágenes cotidianas, ya sea una geografía altiplánica, tuberías, unas hormigas o unos autores, en escenas donde sensaciones o imágenes viven un dislocamiento, un salirse de cauce, un desmadrarse, una fuga de marco, donde el poema ya no se debe a algo así como una representación de lo real, y puede correr por unas ventanas insólito, empapado de lecturas.
Poesía del asombro que deriva en un trasbocar de niño, en un irse más allá de la boca, donde aparecen guiños a Emily Dickinson, Stephane Mallarmé, Guillermo Bedregal y otros.
a
[Por todas mis ventanas]
Miro los días anonadado.
La magia del mago cuando cose su segunda capa.
Los propios magos que desaparecen —la semilla hecha jirones
todo plagado de todo con su truco
la boligoma que aparece
luego las flores de la nieve
la llama el trasfondo de nada un pimentón separado de la fe
o bien la forma en la mano derecha del truco
los gusanos la sangre fría han viajado antes que tú
el tenedor en simetría general; el árbol el pez escriben en tu espalda
quiero hablar de los días con una música de no sé dónde
—así una miga una ceniza para el puerto
del río múltiple— arrancado de un todo, todavía peor.
Es la mosca por tu ropa en el silencio de mis plantas
acaso a solas hemos dejado también en silencio todo lo demás
la lejanía que se sale por tus cabellos que se salen
—ya sin peso ni sustancia
por todas mis ventanas.
a
[Leer]
(fragmentos)
Hay un antes, es cierto; la cosecha de los ojos. Pero existe un después radical, en la vía corta de los libros, que siempre arroja la ausencia de todo en presencia de todos.
El centro de las palabras está afuera. Se vocifera casi en secreto, pero miren, estoy atravesando el vidrio de una ventana.
Si pensamos en ese camino para la poesía, comprendemos que cabalgar por todas las frases se torna inmediatamente un cabalgar por el vacío de todas las ventanas. Leer.
***
Leyenda es el gerundio de legere y se traduce por «estar leyendo». Un acto que se cumple, en primer lugar, cuando se escribe. Se podría afirmar que el primer lector es el que escribe, según se lee en toda leyenda que vive en la combustión de los libros. La primera imagen del último lector, nos dicen, es la de aquel que ha pasado la vida leyendo. Acotaríamos, la de aquel que hizo de su vida una leyenda; apartando no ya la lámpara, digamos mejor, arrojando el corazón en presencia de todos. Y la carne está triste.
***
Nos dicen que un poema es lo que nos permite, por ejemplo, acercarnos por la palabra a un pájaro. Sin embargo, un poema es una littré total y errabunda; que jamás carece de leyenda inicial. A lo que el lector podrá acotar bellamente: permítanme que me pierda, también.
a
Rodolfo Ortiz (La Paz, 1969). Ha publicado Cuadernos de la sequía (2006) y Cuadernos de la sequía. [la casa del bosque de pelos] (2012), además de otros textos dispersos en libros colectivos, revistas y periódicos. Actualmente vive en Pittsburgh (Pennsylvania) donde termina un doctorado en literatura. Es director de la revista de literatura La Mariposa Mundial. Sus coordenadas virtuales son: rodortizop.wordpress.com y mariposamundial.com.
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Notas relacionadas
- Más de la serie de poesía boliviana.
- Poesía chilena reciente, a cargo de Andrés Florit Cento
- Poesía uruguaya reciente, a cargo de Diego Recoba
- Poesía mexicana reciente, a cargo de Paula Abramo