Casas musicales
Martes 12 de noviembre de 2013
Segunda entrega de poesía del mes de noviembre, cuya selección está a cargo del escritor y crítico musical y literario Pablo Gianera. En este caso, un poema en prosa de Henri Michaux
Selección por Pablo Gianera.
Recogido en el volumen Ailleurs (en la sección Ici, Poddema) este poema en prosa de Henri Michaux circuló por primera vez en castellano la antología Poemas 1927-1954 (Compañía General Fabril Editora). El original francés no lleva título, pero el traductor (cuya versión aparece aquí con varias modificaciones) decidió titularlo “Casas musicales”. No es una mala idea; hace pensar en Regen, una pieza del compositor austriaco Peter Ablinger hecha puramente del sonido amplificado de gotas de agua que caen sobre tubos.
Casas musicales
Henri Michaux
En Arridema, ventaja sin igual, existe el confort de las casas sobrias, pero extraordinarias, pero musicales.
Cada casa está dispuesta en un agujero de roca profundo y estrecho, especie de estuche. Concluida la jornada, dejan caer por el centro del cielorraso, abierto a ese efecto, en un lugar calculado, una gota, luego otra gota, gotas indefinidas en una pequeña habitación aislada y cerrada herméticamente, salvo en el lugar correspondiente al agujero del cielorraso.
Cayendo así las gotas producen, por la compresión del aire, o por otra causa cualquiera, un ruido celeste, cristalino.
Esta flauta mágica, quiero decir esta pieza cerrada, quiero decir también la habitación vecina, quiero decir también toda la casa invadida por la vibración milagrosa y contenida, hace estremecer al ocupante, que deambula, perdido, en una ebriedad sonora.
Ese ruido continuo, aunque no sin agudos y graves, va (por la intensidad) desde el murmullo lastimero del viento entre los juncos hasta el ronquido formidable de las olas en golpe de ariete, que entran de repente en una gruta submarina y se chocan desordenadamente, masa sonora, ínfima o enorme, pero siempre celeste y cristalina, y con ese ruido radiante y único, donde se creería escuchar miles de ruidos, la casa se duerme.
Lo que esta música representa para los arridemenses es indecible. Es su padre y su madre; su cuna.
Henri Michaux (1899-1984 fue un poeta y pintor belga-francés. Escribió sobre sus viajes por Latinoamerica y Medio Oriente y también sobre sus experiencias con drogas, especialmente con la mascalina. Durante los últimos 20 años de su vida se negó a dejarse fotografiar. Publicó sus primeras poesías en 1922.