Betina González: “Hay una magia narrativa que nunca se puede desarmar"

Por Valeria Tentoni. 

Betina González es autora de las novelas Arte menor, Las poseídas, América alucinada y Olimpia. También publicó dos volúmenes de cuentos: El amor es una catástrofe natural y Feria de fenómenos. Es magíster en Escritura Creativa por la Universidad de Texas El Paso y doctora en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Pittsburgh. Sus libros recibieron los premios Clarín, Tusquets y Fondo Nacional de las Artes, entre otros. Enseña literatura y escritura en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y en la maestría en escritura creativa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Su libro más reciente es la colección de ensayos Cómo convertirse en nadie. 

Ahora, el Laboratorio Filba tiene el honor de presentarla como docente en el taller “Anatomía de un cuento”. A partir del relato “La preciosa salvaje”, la autora charlará de las posibles poéticas del cuento, de cómo pensar la arquitectura de un libro que engarza diversos textos narrativos y del proceso creativo en general. Será el martes 10 de junio, de 19 a 20.30, en la librería, presencial (Honduras 5582), y las inscripciones ya están abiertas.    

El taller analizará uno de los cuentos que publicaste en El amor es una catástrofe natural, donde se tematiza en vínculo entre lo animal y lo humano -tema que reaparece en tu obra, por ejemplo, en Olimpia. ¿Qué podés decirnos de la elección de ese cuento y de cómo habla de tu obra en general esa pieza en particular? Me pregunto, por ejemplo, por la potencia de un imaginario...  

Bueno, no lo elegí por el tema. Lo elegí pensando en la forma, porque es el cuento más largo del libro y está dividido en secciones. Me pareció interesante charlar con los participantes sobre la forma cuento (cuáles son sus leyes, digamos) y a la vez cómo cada generación de escritores va intentando hacer cosas diferentes desde lo formal.  

¿De qué modo desarmar un cuento nos puede ayudar a comprender cómo escribirlo?    

Hay una magia narrativa que nunca se puede desarmar. Analizar un cuento no te garantiza que sabrás escribir uno, pero sí la autora a veces puede revelar formas de pensar, de imaginar y, sobre todo, de conectar elementos de universos muy distintos, como, por ejemplo, una secta religiosa, noticias sobre maltrato infantil y el mundo de los animales. En cuanto a lo que propone el taller: más allá de mi texto, voy a hablar de las leyes del cuento, de lo que Bioy llama "las leyes especiales" y las generales.  

¿Qué cuentos han marcado tu visión del género?    

Uf, no sé si tengo una visión unívoca del género, fui pasando por distintas etapas. En este libro trabajé con la ambición de contar cuentos de hadas sin elementos maravillosos, digamos... Quería ver qué pasaba con la forma si una variaba el contenido.   

¿Qué cuentistas han sido claves para vos? 

Cuentistas que me hayan marcado, muchísimos. Elijo dos: Salinger y Flannery O'Connor desde muy chica y Silvina Ocampo un poco después (porque para el fantástico de Silvina hay que ser una lectora más refinada o, por lo menos, yo lo necesité). Para este cuento en particular me sirvió mucho leer el cuento de un gran amigo, Mariano Ducros. Se llama "Theremin" y también toca el tema de las sectas.  

Sos escritora de novela, ensayo, cuento; ¿qué de este último género te atrae, qué libertades te da y qué permisos te quita? 

Para mí la novela es la forma más difícil porque es la forma de la libertad total, nunca sabés si tenés un libro por más que tengas páginas escritas, porque sucede que la forma de la novela se ve al final recién y ese final puede llegar después de muchos años. En ese camino es fácil perderse. Perder el horizonte, digamos. Hay cuentos que también pueden llevar mucho tiempo, pero sin embargo algo de la forma, de su relojería interna, permite una especie de confianza en que ese final llegará. No siento eso con la novela. Los ensayos se parecen a los cuentos en eso. De hecho, escribir ensayos me produce la misma alegría, la misma sensación de hallazgo que escribir cuentos.