Filbita vuelve junto a Sinfín: tres días de literatura para las infancias
Filbita
Viernes 31 de octubre de 2025
En su edición número 15ª el Festival Filbita + Sinfín tendrá más de 30 propuestas de actividades para chicas, chicos y familias en el Espacio Cultural del Sur. Conversamos con su directora, Larisa Chausovsky.
Bajo la leyenda “leer con otros, leer con otras”, se realizará la quinceava edición del Festival Filbita para las infancias, esta vez junto a Sinfín. "Si miramos para atrás, pero también alrededor, y pensamos sobre qué se fue hilvanando el festival en todo este tiempo, aparece siempre una idea en común: leer con otros y otras. El festival, un punto en la agenda de cada año, pasa a formar parte de un tejido de lectores y lecturas”, explica su directora, Larisa Chausovsky. “Este año, además, para extender esa conversación, para encontrar nuevos espacios en donde seguir tejiendo redes entre lectores, nació en Fundación Filba Sinfín, un programa que se abre a las comunidades, busca nuevos encuentros, ayuda a que los libros circulen, y que, junto con ellos, se movilicen lecturas y lectores”. Durante 2025 trabajaron con seis instituciones en las que, además de poner libros en movimiento desde bibliotecas particulares hacia bibliotecas comunitarias, realizaron talleres, charlas y propuestas de lecturas compartidas con mediadores de lectura y chicas y chicos de todas las edades.
La programación de esta edición del Filbita incluye espacios de lectura, intercambio, narraciones, talleres lúdicos y creativos de fanzine, de escritura, ilustración, poesía y movimiento. También actividades para bebés, música y danza. Además, el festival será escenario de encuentro de las instituciones participantes del programa Sinfín.
El sábado 8 el Filbita se suma a La Noche de los Museos con cuentos de terror de la mano de Mario Méndez y “Cantos y cuentos para llamar a la luna”, con lecturas de Luciano Saracino y canciones en la voz de Victoria Rodríguez Lacrouts y Eugenia Sasso. Chicas y chicos serán los protagonistas de las jornadas de sábado y domingo con video poesías realizadas por el grupo de chicos del Taller de Aprendizaje Comunitario de Fundación TEMAS. El domingo 9 se sumarán el Kiosco de palabras, del taller Rato Libro de Melina Pogorelsky; una clase abierta de danza escénica junto a las bailarinas de la escuela Las Juanas y la lectura y premiación del Concurso Cazacuentos. El festival tendrá además una jornada, el viernes 7, dedicada a las adultas y adultos mediadores de lectura, promotores, docentes y bibliotecarios, pero también lectores curiosos que quieren leer y compartir lecturas con otros. Esta propuesta, organizada junto con la subcomisión Girapalabras de ALIJA (Asociación de literatura infantil y juvenil de Argentina), convocará a un intercambio de experiencias entre las instituciones y organizaciones que han formado parte durante 2025 de los programas Sinfín (Filba) y Territorios de Encuentros (ALIJA). Las bibliotecas comunitarias, la circulación de los libros y la lectura en contextos de vulnerabilidad serán parte de los ejes de este encuentro.
Conversamos con Larisa Chausovsky, directora del festival, para que nos cuente sus detalles:
¿Cómo pensar el Filbita en este contexto? ¿Qué novedades trae?
Filbita es un festival que siempre buscó tender lazos con otros espacios, organizaciones y comunidades vinculadas con las infancias, más allá de la eventualidad del encuentro anual. Con la convicción de que la literatura es una conversación sin principio ni fin, a la que todas y todos debemos tener acceso, hubo siempre una búsqueda de ver de qué otras maneras podríamos hacer lugar a esa conversación. Pensando en el contexto actual, creo que hay que apostar más que nunca a los proyectos en los que los sentidos se construyen colectivamente, en los que las infancias y la literatura (o más bien, la cultura en general) están en el centro de la escena para ponerse en movimiento, y seguir trabajando para que ese vínculo (entre infancias y cultura) sea garantizado como derecho y no quede en el plano de los privilegios.
¿Qué podés contarnos de la aparición de Sinfín y esta alianza?
La gran novedad de este año es que el festival le da un lugar central a Sinfín, el nuevo proyecto de Fundación Filba, en dos instancias: por un lado, la jornada destinada a mediadores de lectura (el 7 de noviembre) es una propuesta de encuentro entre los participantes de Sinfín y del proyecto de Territorios de encuentros (de ALIJA, Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina), con tres momentos: de taller y formación, de intercambio de experiencias, moderados por Belén Campero; y un diálogo entre Campero y Carlos Skliar acerca de la idea de “leer con otros y otras”. Por otro lado, los días del fin de semana (sábado 8 y domingo 9) traerán, además de los talleres de todo tipo (fanzine, escritura, ilustración) y para todas las edades (¡desde los 6 meses en adelante!) la oportunidad de que chicos y chicas de las distintas comunidades que participen de Sinfín se encuentren y compartan también parte de sus producciones. Esto nos lleva, además, a otra idea fundamental de esta edición: que chicos y chicas tengan la palabra, compartan sus creaciones. Habrá una instalación audiovisual con poemas escritos y leídos por los chicos y chicas del Taller de aprendizaje comunitario de Fundación TEMAS, integrantes del taller de literatura de Melina Pogorelsy, Rato Libro, que compartirán e invitarán a conocer y crear los kioscos de palabras… y hasta el cierre mismo: de la mano de CH Respira y a partir de lo que se cree en el taller de Rap y Poesía “Escribiendo con ritmo”, las voces de los chicos darán el abrazo final de Filbita 2025.
¿Qué sedes ocuparán?
Este año el festival sucederá en dos sedes: en Los Pompas Club de Artes (Av. Brasil 2640, Parque Patricios), en donde será la jornada del viernes. Y el fin de semana, en el Espacio Cultural del Sur. Ya ha sido sede del Festival y como Filbita siempre está en movimiento, ahora volvemos ahí. Es un lugar muy lindo, con salas y espacio al aire libre, en el que las familias pueden ir a pasar la tarde y disfrutar de las distintas propuestas.
¿Cómo pensar a la literatura infantil y juvenil desde el encuentro entre lectores? ¿Por qué creen importante generar estos espacios de intercambio?
La lectura tiene muchos planos distintos. La literatura en la infancia llega de la mano de otros y otras que nos leen. Es más, está ahí, desde los primeros meses de vida para darnos, de algún modo, la bienvenida al mundo, nos muestra el mundo, nos cuenta que pertenecemos a una lengua, a un paisaje, a unos ritmos y una cultura que nos cobijan. Desde la primera literatura, oral, en nanas y cuentos tradicionales, pasando por aquello que nos cuentan entre imágenes y palabras, los textos más largos y leídos por otros, aquellos que empezamos a leer solos… Todo eso tiene a la literatura y los lectores en el centro, pero hay algo que lo sostiene: los vínculos que se tejen entre las personas que leen, acercan y comparten lecturas. Así como el acceso a la cultura debería estar garantizado para todas las personas, así debería siempre estar valorado lo que significan esos vínculos en la construcción de las tramas comunitarias y sociales.
Además, todo eso que circula va dejando una huella en la interminable búsqueda de todas las personas, una narrativa, un lugar en el mundo con sentidos propios y compartidos. La literatura infantil y juvenil, la literatura sin adjetivos, compartida, está en la base de lo humano: somos con otros y otras, y las lecturas que hacemos y nos hacen desde esos primeros tiempos, pasan a formar parte de la identidad de cada persona.
Por todo esto, es fundamental que existan espacios de encuentro entre lectores y entre mediadores de lectura, que podamos seguir compartiendo lecturas, intercambiando miradas, enriqueciendo horizontes. Que la literatura sea celebración, pero también espacio simbólico de encuentro con otras personas, que podamos multiplicar entre todas y todos los lugares en los que las infancias tomen la palabra y se reconozcan como parte de esa trama cultural que nos sostiene.