“En el mundo tenemos que saber cómo hacer más semilla”
Viernes 29 de agosto de 2025
Caístulo y Dani Zelko responden alrededor de Un texto en camino / El puente espejo / Ritualizar el tartamudeo (Eterna Cadencia Editora).
Dani Zelko y Caístulo se conocieron en territorio wichí, en la triple frontera entre Argentina, Bolivia y Paraguay. El resultado de ese encuentro fue Un texto camino, que es la transcripción de lo que las madres le transmitían a Caístulo. Eterna Cadencia lo reeditó en la Serie Pluriversos junto con los dos nuevos títulos que le siguen: El puente espejo y Ritualizar el tartamudeo. Estas obras pueden leerse como canto-poesía, canto-ensayo, canto-filosofía, y también como cantos se pueden leer las respuestas que nos dieron en la entrevista que sigue.
Caístulo es cacique de la comunidad wichí, vive en el norte argentino. Fundó en su comunidad una pequeña escuela donde mujeres adultas están aprendiendo a leer y escribir. Dani Zelko nació en Buenos Aires. Es artista, poeta, editor y músico. Antes del libro que nos ocupa, publicó Oreja madre. Mi cuestión judía (Caja Negra), donde propone una indagación colectiva sobre la espiritualidad, el duelo, la violencia y el territorio. Con su proyecto “Reunión” visita pueblos, fronteras o territorios indígenas y construye libros basados en la oralidad que registra a mano en un cuaderno. Cuando la persona que habla hace una pausa para respirar, él pasa al renglón que sigue. Los textos luego son corregidos y leídos en voz alta de manera colectiva en esos mismos territorios.
Durante la pandemia, Caístulo cayó en coma en el monte. Luego de once horas inconsciente, comenzó a escuchar y a cantar el “canto de las madres” que es lo que solemos llamar árboles.
Se conocieron por intermedio de una amiga, ¿cómo describirían la conexión que generaron al punto de lograr un libro en coautoría?
Co, co, co. Co, co, co, co, co. Co no. Esto no es co, esto es un libro juntos, es dos en uno. Entendimos que podíamos coordinar un trabajo importante donde alumbrar cada uno nuestra parte. Y las madres nos preguntaron: ¿Qué es lo que ustedes más o menos quieren escuchar? ¿Qué es lo que más o menos quieren saber? ¿Saben que somos un sistema de preguntas? ¿Saben que existe una canción que dice: la palabra es una llave?
Autor es dueño. Es como Jesucristo y paneles solares. ¿Cómo el blanco se puede dar idea de que no podemos llevar el mensaje a nuestra parte? No podemos decir que es nuestro. Es un camino. ¿No sienten cuando trabajan que las madres les ponen su palma como una sombra y esa sombra contribuye? Dueño contradice la forma de estructurar. Autor pisó una espina, pisó un clavo, por todo el mundo. Entonces quiere tener escudo arriba y abajo. Autor es héroe que salva niño, héroe que salva madre, héroe que salva perro, héroe que salva gato. “Yo tengo más poder porque yo soy el que hablo”. ¿Por qué no vamos más despacio? ¿Cómo grito y sorprendo al que está sin saber? ¿Cómo grito sin gritonearle, sin humillarle? Autor pone su inteligencia en mezquindad. Y las madres le dicen: ¡Al revés, al revés! ¡Todos los tornillos para el otro lado! ¡Todos los tornillos para el izquierdo! El líquido de la fuerza —donde la lengua camina y el corazón sobrenaturaliza para poner más energía a la vida— no es nuestra. Autor piensa que lo que está haciendo es un fin. Y resulta que no es un fin. Es el comienzo de un cultivo que tenés que llevar más allá de tu antorcha. El hongo se prende con un mensaje y te dice: Toda especie tiene que participar. La riqueza nos puede pertenecer sin apropiar.
En el mundo tenemos que saber cómo hacer más semilla. Y hacer más semilla es muy difícil para el que está todo el tiempo pensando en lo que no le alcanza. Todos somos herramientas. Podemos caminar para experimentar memoria que dé cobertura a un futuro donde nacer a través de todos los esfuerzos juntos. Que todas las enseñanzas juntas cultiven cada momento que nace de sus saberes. Porque la herramienta que no se usa se oxida. Se corta el hilo. ¿Cómo hacemos para intercambiar conexiones? Autor no entiende cómo intercambiar textos de fortalecimiento. Pero en ese camino hay un espejo, donde el texto va a sobrenaturear la fuerza de entender y no entender. No hay mensaje que no sea hermano.
Andrei nos presentó y nos presenció. Y vimos el espejo brillando. Y dijimos: vamos a curiosear para saber, para informarnos, para entrar en citación. Entramos al monte. Ninguno se ha adelantado, ninguno se ha preocupado. Tú te quedas y yo me voy al extremo. Yo me voy al extremo y tú te quedas. Nuestros espejos se fueron captando. Se conectaron. Ahuyentaron los choques. El espejo tuyo iba captando por escrito lo que mi espejo iba cantando. Hasta que nos volvimos un solo espejo y el espejo mismo escribió lo que escuchamos en la oreja. Estamos armando un mensaje de todos los tiempos que estamos caminando. Y para agradecer lo que hemos aprendido caminamos al público.
¿Cómo entender al tartamudeo desde el pensamiento y la escritura?
Tartamudo no viene solito. Yo escucho de tu parte, desde tu información trato de aprender. Si no tartamudeo no estoy tratando de entender tu mensaje. ¿Cómo señalarme desde mi principio? ¿Cómo principiarme en tu mensaje, en tu conexión? ¿Cómo tengo que hacer significar tanta necesidad de entender? ¿Cuál sería el mensaje que yo podría completar con el tejido de tu mensaje? Y tú, ¿cómo podrías intercambiar el tejido de palabras de tiempo? ¿Cómo podríamos retrasar para poder significar el tejimiento?
Cada punto que vos armás de tu parte como palabra, yo la armo de mi parte como flecha. Y vos lo armás con tu flecha y yo con mi palabra. Y entonces el mensaje se mezcla. Y cuando se mezclan los mensajes nosotros nos entendemos y decimos: ahora tenemos tiempo para tartamudear.
¿Cómo fue el proceso de corrección de este texto a cuatro manos, a partir de las notas manuscritas?
¿Viste que nosotros tenemos diez dedos en una sola mano? Y yo tengo dos manos de cinco en cinco, y vos tenes dos manos de cinco en cinco. Y para completar el mensaje no somos veinte, ni cinco, ni cuatro, somos uno en dos. En la situación de corregir no nos representamos nosotros, las madres nos presentan. Y las madres nos han pedido unirnos, las madres nos llevan. Pero ¿cómo nos encontramos? ¿Cómo nos entendemos? Entendemos que en ese momento nosotros tenemos que cantar sobre las madres. Entre todas las fuerzas. Para memorizar y entender y enfocar y darle luz a cada mensaje como texto escrito. Y como guía y como alimentación de dolores que sentimos en el mundo. En ese momento las madres nos manipulan con un esquema donde el mensaje es intercambio. Necesitamos de una sola fuerza. En vez de que seamos veinte dedos somos un solo dedo. En vez de que seamos dos mensajes somos un solo mensaje. En vez de ser cuatro manos somos una sola mano. Y empezamos a cantar y a cantar y a cantar hasta que el mensaje se fortalece.
¿Qué lugar tiene la escucha en el camino de Caístulo y cuál en el de Dani?
Escucha es cuidar y cultivar canciones y transmitir parte de una conexión. Varias conexiones. Nos conectamos a varios sistemas de escucha. Y sobrecanalizamos hacia un mismo pensamiento. Y encontramos la profundidad de sostener y mostrar y pulir palabras y unir la defensa natural y el sonido de la comunidad con todo lo que uno toma del oído propio. Este es un camino de darle espejo a una sociedad, de darle brillo a la memoria. Yo camino escucha. Camino es escuchar.
¿Cómo me despierto? ¿Cómo me despierto en este mundo? A través del oído la historia va entrando y saliendo a la luz. Escuchar es caminar con los cuatro vientos. Se clarifica la voz de cada color. Nos imitamos con la fuerza y nos volvemos canción y palabra. Las madres nos dicen: ¿Qué tal si caminás desde tu propio camino y reconocés que sin energía de un nacimiento como semilla serías mudo y sordo y sin canción? Pero no por mudo y sordo de oreja y boca, es porque lamentablemente sin escucha no hay mejoramiento de mensaje. Las madres nos dicen: Si querés presenciarte, tenés que mejorar. Las madres nos dicen: Che, ¿qué te parece si le das volumen al espejo que te ayuda a reconocer la memoria que podés limpiar? Escuchar y estar disponible de hacer conocer más. Cantar cosas que no sabemos que cantamos. Escuchando la semilla nace del mismo liquido, camina por todo el cuerpo. La misma energía toma energía de mismo momento. Escuchando el hongo y nuestro nacimiento se vuelven misma fuerza. ¿Cómo se siembra lo difícil? Buscando tiempo nuestro. Aunque no sea palabra, aunque no sea en papel.
