Un poema de Leonard Cohen
De Parásitos en el paraíso
Lunes 13 de marzo de 2017
Además de cantautor, Cohen fue novelista y poeta, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011, autor de libros como Hermosos perdedores o Flores para Hitler, y de poemas como el que compartimos hoy.
“Todo el mundo tiene su propio sistema mágico que utilizan con la esperanza de que abra los canales. Mi mente siempre ha estado muy desordenada, así que busco maneras de simplificar mi entorno. Porque si mi entorno está tan desordenado como mi cabeza, no podría ir ni de una habitación a otra", respondía Leonard Cohen a El País en una de sus últimas entrevistas. Además de cantautor, Cohen fue novelista y poeta, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011, autor de libros como Hermosos perdedores o Flores para Hitler.
Aquí compartimos uno de los poemas de Parásitos del paraíso, un libro fulgurante, en la edición bilingüe de Visor, con traducción de Antonio Resines.
En la Biblia, en un párrafo transcurren generaciones, con una frase se da por concluida una traición, la creación del mundo consume una página. Jamás pude distinguir la dinastía clave de entre una multitud de ellas, para hacer eso debe uno tener la frente resplandeciente, o escoger de entre la embrollada red de la evidencia diaria las negaciones y las lealtades. Quién puede decidir qué olivo necesitará la historia para dar sombra a sus amantes, qué árbol de la inmensa huerta les dará la visión particular de ramas y cielo que desencadenará sus besos. Sólo dos personas esplendorosas lo saben, van directamente a las raíces entre las que yacen. Por mi parte yo describo la totalidad del huerto.