Tres poemas políticos de Pier Paolo Pasolini
En versiones de Jorge Aulicino
Miércoles 11 de setiembre de 2019
"Una percepción sagrada del mundo humano le permitió a Pier Paolo Pasolini (1922—1975) convertirse en el mejor crítico de las grandes instituciones de su tiempo en Italia". Tomados de Nada personal, la antología de poemas de Pier Paolo Pasolini publicada por Ediciones En Danza con selección, versiones, prólogo y notas de Jorge Aulicino.
"Una percepción sagrada del mundo humano le permitió a Pier Paolo Pasolini (1922—1975) convertirse en el mejor crítico de las grandes instituciones de su tiempo en Italia: el Partido Comunista y la Iglesia Católica. Pero por sobre ellos, vio lo que llamó “el más represivo de los totalitarismos”, la sociedad de consumo, una cultura unificadora universal. Esta visión crítica, de la que se nutre su poesía, tenía en cuenta sin embargo una segunda fuente: el impacto de ese mundo en las raíces emocionales del autor, en su percepción de un universo atávico e irracional, el mundo del mito, redefinido por Cesare Pavese en la década de los años treinta del siglo pasado. Sin esta base, la poesía urgente de Pasolini acaso no hubiese perdurado", escribe Jorge Aulicino para presentar la antología Nada personal (Ediciones En Danza).
Allí se reúnen los poemas políticos del escritor y director de cine italiano que murió asesinado en 1975 en el balneario popular de Ostia, cercano a Roma. Y es de ese libro que tomamos los poemas que siguen:
Pedido de trabajo
Poesía por encargo es artefacto.
El constructor de artefactos puede producir muchos
(sin procurarse más cansancio que el del trabajo manual).
El objeto puede resultar, a veces, irónico:
el artefacto siempre lo es.
Han pasado los tiempos en que, voraz ahorrista,
derrochaba todo, invirtiendo mi dinero (mucho,
porque era mi semen y yo siempre estaba en erección)
en la compra de áreas de bajísimo valor
que se valorizarían de aquí a dos o tres siglos.
Era tolemaico (era un muchacho)
y contaba la eternidad justamente en siglos.
Consideraba la tierra el centro del mundo;
la poesía, el centro de la tierra.
Todo era bello y lógico.
Por lo demás, ¿que razón tenía para no creer
que todos los hombres eran como yo?
Luego, en cambio, se revelaron todos mucho mejores;
y yo resulté ser, más bien, hombre de raza inferior.
Intercambié puntos de vista
y entendí que no quería escribir más poesía. Ahora, sin embargo,
ahora que está vacante la vocación
—pero no la vida, no la vida—
ahora que la inspiración, si viene, no produce versos—
por favor sepan que estoy aquí pronto
a proveer poesía por encargo: artefactos. (1)
(1) Incluso explosivos.
Comunicado para ANSA (propósitos)
He bebido un vaso de agua a las tres de la mañana
mientras Arezzo tenía el aire de ser absolutamente independiente.
Una vez resuelta la omisión de los principales deberes
(de poeta, de ciudadano)
mis versos serán completamente prácticos
(a pesar de que sé bien que sin Dios la práctica es surrealista)
Como dice Eurípides: “La democracia consiste
en estas simples palabras:
¿quién tiene un consejo útil para darle a su patria?”
Así, mis consejos serán los de un loco moderado.
Después de mi muerte, por lo tanto, no se sentirá mi falta:
la ambigüedad importa mientras está vivo el Ambiguo.
Comunicado para ANSA (Un perro)
Ay, perro, parado en el cordón de la Via Prenestina,
que mira a un lado y a otro antes de cruzar.
Nada que objetar, todo lo acepta.
No hay dignidad que defender, por causa de su bondad.
Esta es, entonces, mi conclusión:
la resignación no tiene nada que envidiar al heroísmo.