Tres poemas de Osvaldo Bossi
Poesía argentina contemporánea
Miércoles 24 de febrero de 2021
Tomados de Agüita clara (Gog & Magog), tres poemas del autor nacido en Ciudadela, Provincia de Buenos Aires, en 1963.
Tomados de Agüita clara (2020, Gog & Magog), tres poemas del autor nacido en Ciudadela, Provincia de Buenos Aires, en 1963.
Iglú
Un chico solitario
y miope, riega el patio
de tierra, y escribe.
Bajo la sombra de
un árbol, saca su cuadernito
de noche, de viento
y escribe. ¿Lo que dicen
los pájaros, si es que algo
dicen? ¿Lo que pasa
en su corazón? Adentro
en la cocina, bajo las chapas
de cartón, la casa hierve.
Pero si escribe, el mundo
de inmediato se enfría.
Como si estuviera en un
iglú. Es tan hermoso.
Si escribe, el árbol, el patio,
los hermanos, las tías, la madre
misma, desaparecen.
¿Para eso escribe, entonces?
¿Para estar solo?
¿O para estar acompañado?
Si pudiera pasarse la vida así,
de palabra en palabra,
de verso en verso...
Pero no puede, nadie puede.
¡La vida es tan odiosa!
Y ahora qué hacemos, se
pregunta. Si escribo, no vivo
y si vivo… ¿Pero quién vive
de verdad? Nadie, por supuesto.
Así que abre su cuadernito
de noche, de nube, y escribe, escribe.
Flash
Que llegue un día, un día, un simple
muchacho que me quiera. No pido
más que eso. Ni mares ni estrellas
ni abismos ni fortunas. Solo su sonrisa
de rufián esperándome en el café
de la esquina. Sé bien que tanta literatura
no me ayuda. Que vivo en un mar
de engaños. Que estoy más cerca
de la luna que de sus ojos. Pero Señor,
sé bueno conmigo. Que un día al darme
vuelta sobre la cama me tope con su
cuello, o con el dedo gordo de su pie
‒el más solitario de todos. No pido
la fantasía de un chico eterno, no... ya no.
Apenas el relámpago de su voz diciéndome
no sé, cualquier pavada por teléfono.
Elogio del yo lírico
Si pudiera habitar
mi yo poético, hora
tras hora, y no
cada tanto. Como esos
días en que voy
a la verdulería
y hablo con Luis
del precio de la papa
y los tomates nos miran,
satisfechos. Salir,
salir de mí, lo antes
posible, dejar
mi historia personal.
Cortar la cuerda
del reloj y alejarme
de estos días inútiles.
Habitar, sin horror
la maravilla de ese
mundo, que existe
porque no existe.
La sombra de tu voz.
La sombra que sin
saber, te nombra
a veces. No importa
el alto precio. Habitar
esa luz, esa noche
que es y que no es.
Salir al fin de mí
o entrar por un camino
insospechado. Sin
mí - sin yo - sin tú - sin
él... Sin nada que
decir o que ocultar.