Tres poemas de Osvaldo Bossi
Poesía argentina contemporánea
Miércoles 23 de octubre de 2019
"Una voz que se da cuenta de la pasión, de sus insospechables caminos y afluentes". Caleta Olivia acaba de lanzar la poesía reunida 1988-2019 del autor nacido en Buenos Aires en 1960 bajo el título Única luz del mundo.
"Una voz que se da cuenta de la pasión, de sus insospechables caminos y afluentes. Sí. Pero sobre todo una voz que sucede en términos afectivos (...) La respiración de su lengua determina no solo un modo de ver el mundo, sobre todo, la experiencia estética regida por el movimiento de la voz, convierte la poesía de Bossi -singular y perdurable- en una experiencia vital", escribe Carlos Battilana al respecto de la obra poética de Osvaldo Bossi.
Caleta Olivia acaba de lanzar la poesía reunida 1988-2019 del autor nacido en Buenos Aires en 1960 bajo el título Única luz del mundo, y de allí tomamos los poemas que siguen.
Es la mecánica del paraíso:
mostrarse e irse
para que no tengamos miedo de él.
Nuestro pecado (si existiera tal cosa)
es no quedarnos
hasta último momento.
No aceptar que la dicha sea
eso, apenas eso.
Pensar, a cierta hora,
que una palabra puede ser
un puente, y pensarlo con seriedad.
Mire donde mire soy otro.
Sopló el viento durante la noche.
Cuajaron las flores del verano.
Mi casa decayó también, rodó
como una piedrecita por la pendiente.
Ahora me despierto, despierto aquí, cerré
los ojos para la mudanza.
Como el agua de lluvia que juntábamos
en un fuentón para lavarnos el pelo,
seguro que en algún lugar cayeron
muchas lágrimas, y alquien también
las juntó, o cayeron y cayeron hasta formar
un charco, un río, en el que se lavaron
los niños que conocieron el sexo
primero, y no el amor, y después
confundieron las dos cosas, y el charco,
el río no se secó nunca, y el cuerpo
lavado en esa agua, dicen, no crece
nunca, misterioso como las flores.