Tres poemas de Lisa Robertson
Poesía canadiense
Viernes 14 de setiembre de 2018
Tomados de Hombres hábiles hombres, poemario en traducción de Jèssica Pujol Duran (Cuadro de Tiza), presentamos algunos versos de la autora venida de las tierras de Anne Carson y Alice Munro.
De las tierras de Alice Munro y Anne Carson también viene Lisa Robertson, nacida en 1961 en Toronto, Ontario. Vivió durante años en Vancouver, donde estudió en la Universidad Simon Fraser University y tuvo una librería.
Fue miembro del centro de escritura Kootenay y también participó de la Artspeak Gallery, una galería alternativa que conecta las artes viisuales con la literatura, y en 2005 fue reconocida con el premio Gertrude Stein a la innovación en poesía en inglés. Robertson ha sido docente en la Universidad de California y en la Universidad de Cambridge y actualmente vive en Francia.
Tomados de Hombres hábiles hombres, poemario en traducción de Jèssica Pujol Duran que publicó Cuadro de Tiza en Santiago de Chile, aquí algunas piezas de su cosecha:
A TODOS los hombres hoy es gustaría vestirse de
Dolor y ruido. Todos los hombres
Parecen pensar. En sus ojos
Pervive esa carga.
Yo sufro por igual. La efímera
Ira de los hombres
Se hace muy larga como si
Los hombres poseyeran intelecto
Y alas y voces
De la gente. Los hombres
Existen
Contra la gravedad y fracasan. Ellos arman
Con precisión y mucha
Densidad
Demasiada información.
Los hombres son frágiles y finitos
Involuntariamente los hombres
Restriegan
Por las calles de los siglos
Los nombres de mujeres que hay en ellas
Desplazando al mismo tiempo
Sus muslos.
Tal vez esta sea la fantasía
De los hombres. Su casa
Como la luz del sol
Antes de penetrarnos. Las muchachas
Con nuestros vestidos
Imprimimos vestidos para recordar. La luz
Gotea y produce
Libertad
Sexualmente.
SEXUALMENTE HE VISTO la opacidad de los hombres.
Siento modestia al respecto.
LA VERDADERA prehistoria del agua
Es por los hombres oportunos es por
La palpación anterior que surge
En una arboleda de encinas
La adorable problemática política
Hombres jóvenes de privilegio avergonzados volviéndose
Menos adorables pensé palabras y las
Olvidé.
A los hombres bajo el pasto vi
Hasta que ha habido hombres
Como estos solos o en el mundo
Y hombres ardientes como los años
Los hombres me cierran los ojos como aquellos
Que me derritieron a su marcha.
Me temo que la vida cambiará antes
Que los hombres o incluso de que
Repongas, los cielos de los hombres
Ya lo han hecho. Culpable.
¿De dónde sacaste el resplandor
Dorado del alerce
Dejando tan poco?
HE TOCADO a los hombres que detuvieron
Mi lengua, he tocado a los hombres
En la brisa desatada con extrañeza. Pero este
Igual inmaculado
Crece mientras hablo
Así como sus dos estilos llamativos.
Así como sus dos
Estilos llamativos.
Y por ello experimento
Analogía.
Pero sólo en relación
Con los hombres
Y mis propios ojos.
En este verso irregular
Los hombres inevitablemente
Limitados por el azul del cielo
Están solos
Y mi pequeña cama también
Sin poder soportar nada más.
Solo cuento con mi reserva a la intimidad.