Tres poemas de Gloria Gervitz
Miércoles 27 de noviembre de 2024
Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, la poeta nacida en México y fallecida en 2022 reúne en Migraciones el trabajo de 43 años de quehacer poético.
Gloria Gervitz reúne en Migraciones el trabajo de 43 años de quehacer poético. No se trata de una recopilación ni de una antología, ni siquiera propiamente de una poesía reunida. Hasta la fecha, la autora había venido publicando este poema orgánico, llamado Migraciones desde el comienzo, en ediciones que comprendían los desarrollos parciales de la obra. Así, en 1991, el Fondo de Cultura Económica de México publicó las tres partes que hasta ese momento componían el poema.
En 1997, la editorial El Tucán de Virginia publicó Migraciones como un poema de cinco partes. En 2002, el poema tenía seis partes, y así lo publicó el Fondo de Cultura Económica. En 2004, la editorial inglesa Shearsman Books y la norteamericana Junction Press –en traducción de Mark Schafer– publicaron una edición bilingüe. La editorial Teamart de Zúrich realizó en 2003 una edición en alemán de las primeras partes del poema traducidas por Rita Catrina Imboden. En 2009, en Suecia, apareció la traducción de Ulf Eriksson y Magnus William- Olsson de lo que hasta entonces era el poema completo en la editorial Wahlstrom & Widstrand. En 2012, apareció la versión árabe de Jasim Mohamed. En 2016 la editorial Beletrina publicó la primera parte del poema en esloveno en traducción de Janina Kos. En 2018 la editorial Mangos de Hacha en coedición con la Secretaría de Cultura de México publicaron la nueva versión de Migraciones y la editorial sueca Ramús publicó esta nueva versión Migrationer 1976-2018 traducida por Hanna Nordenhök.
Fragmentos del poema se han traducido hasta ahora a 18 idiomas.
En 2019 Gloria Gervitz recibió el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda.
En 2020 se publicó la última versión de Migraciones en noruego, inglés, árabe, polaco y español.
tantos años para llegar a esta mañana
igual a cualquier otra
para llegar a este día
igual a todos los días
y recibirlo
en ofrenda
quietísima luz
apenas polvo
¿eres tú la que habita el nombre?
¿tú la que irrumpes?
el peso de la Pythia
en la conciencia
balbuceando
me cierno en círculos como un halcón
segada luz
en su deslumbramiento
y tanto cielo en tu cabeza
y el corazón que no quiere hundirse
hundiéndose
y yo como antes y como siempre
y desde para siempre obedeciéndote
no sé hacer otra cosa
nunca he sabido hacer otra cosa
obedezco te obedezco
y lo huérfano allí abierto
en canal