Tres poemas de Cristina Peri Rossi
Poesía uruguaya
Miércoles 12 de mayo de 2021
Compartimos tres poemas de una de las escritoras más destacadas de la segunda mitad del siglo XX en nuestra lengua.
Nacida en Montevideo en 1941, Cristina Peri Rossi es Profesora de literatura, traductora y periodista. Ha escrito novelas, relatos, poesía, ensayos y artículos periodísticos, y ha sido traducida a más de veinte lenguas. Entre sus obras se destaca La nave de los locos (1984), "considerada la novela hispanoamericana más importante después del Boom", según consigna Estuario Editora, donde se publicó su antología Arqueología amorosa, con poemas entre 1971 y 2018, partiendo desde su primer tomo, Evohé (1971).
Ha obtenido, entre otros, el Premio Vargas Llosa de relatos, el Loewe de poesía, el Ciudad de Torrevieja, el Don Quijote de la Asociación de Escritores de España, el Rafael Alberti y el Ciudad de Barcelona, ciudad donde reside desde 1972. La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas la eligió en 2008 como la escritora que más había contribuido a la lucha por la paz y la justicia en el ámbito castellano.
Montevideo
Nací en una ciudad triste
de barcos y emigrantes
una ciudad fuera del espacio
suspendida de un malentendido:
un río grande como mar
una llanura desierta como pampa
una pampa gris como cielo.
Nací en una ciudad triste
fuera del mapa
lejana de su continente natural
desplazada del tiempo
como una vieja fotografía
virada al sepia.
Nací en una ciudad triste
de patios con helechos
claraboyas verdes
y el envolvente olor de las glicinas
flores borrachas
flores lilas
Una ciudad
de tangos tristes
viejas prostitutas de dos por cuatro
marineros extraviados
y bares que se llaman City Park.
Y sin embargo
la quise
con un amor desesperado
la ciudad de los imposibles
de los barcos encallados
de las prostitutas que no cobran
de los mendigos que recitan a Baudelaire.
La ciudad que aparece en mis sueños
accesible y lejana al mismo tiempo
la ciudad de los poetas franceses
y los tenderos polacos
los ebanistas gallegos
y los carniceros italianos
Nací en una ciudad triste
suspendida del tiempo
como un sueño inacabado
que se repite siempre.
Cabina telefónica 1975
El exilio es tener un franco en el bolsillo
y que el teléfono se trague la moneda
y no la suelte
-ni moneda, ni llamada-
en el exacto momento en que nos damos cuenta
de que la cabina no funciona.