Tres novedades y dos joyas que regresan

Viernes 02 de mayo de 2025
En esta bandeja de entradas, recomendamos libros nuevos, nuevísimos, pero también clásicos que hace rato nos reclamaban
La visita a la Feria del Libro de Erri de Luca, el escritor italiano que también es alpinista, no pasó desapercibida para el mundo editorial, y Planeta decidió reponer en librerías un libro aclamado por el público que siempre nos reclamaban: Los peces no cierran los ojos. Así, Erri se coló en la bandeja de novedades, que incluye a otro colado: Sergio Bizzio.
En esa época tuvo varias ediciones, pero esta, de InterZona, no pasa desapercibida. La historia de un choque entre civilización y barbarie al mejor estilo Bizzio los espera en su versión renovada.
Hay más, mucho más, y lo que sigue son novedades puras y duras. Ahora sí.
En esa época
Sergio Bizzio
Interzona
En esa época explora una campaña militar al sur de Buenos Aires, donde seres azules e inidentificables se enfrentan a líderes indígenas en coalición contra los embates neocoloniales de la nación argentina recién constituida. La trama se centra en la ocurrencia defensiva de un ministro de Guerra del siglo xix, quien diseñó una muralla china invertida conocida como la zanja de Alsina para repeler las ofensivas de los pueblos originarios del Cono Sur. La narrativa revisita los "malones", emboscadas indígenas contra las unidades militares argentinas, desentrañando con profundidad y parodia las experiencias de coroneles, soldados rasos, caciques y mujeres cautivas. Entre la fascinación melodramática y la ruptura inverosímil, los deseos de victoria de ambos bandos se ven influenciados por una pareja de niños extraños y milenarios, cuya comprensión del mundo y del siglo xix confunde la línea entre ficción e historia.
La novela se sumerge en las fisuras del relato identitario del Estado argentino sin abordar altas cuestiones políticas o morales, consolidando a Sergio Bizzio como uno de los autores clave de la narrativa en español del siglo XXI.
Los peces no cierran los ojos
Erri de Luca
Planeta
«Nacer y crecer en Nápoles agota el destino: vaya uno donde vaya, ya lo ha recibido como dote, mitad lastre, mitad salvoconducto.» Un hombre recuerda el verano de sus diez años en un pueblo costero cerca de Nápoles, los años en que se anhela un futuro desde el que sólo se puede mirar atrás. Entre la pesca y los libros, los paseos en solitario y los encuentros con los muchachos del barrio, transcurren sus días, hasta que conoce a una niña sin nombre que le descubre el peso de palabras como amor o justicia.
A los diez años, la edad se escribe por primera vez con dos cifras. La inquietud y el deseo de crecer son más fuertes que la apariencia física; torpe cascarón el cuerpo infantil. Y permanece intacta la necesidad de protección que cura el calor de las historias familiares, la presencia de una madre y el contacto de la mano amiga.
Nombrado escritor de la década por el Corriere della Sera, y galardonado con los premios France Culture, Femina Étranger, Laure Bataillon o Petrarca, Erri De Luca es uno de los autores italianos más leídos y admirados en más de veinte países.
Arderá el viento
Guillermo Saccomanno
Alfaguara
Los Esterházy, una pareja excéntrica sin un pasado claro, llegan a un pueblo de la costa argentina y comienzan a regentar un antiguo hotel. Estos dos seres (y sus dos hijos, una niña y un niño más inquietantes y enigmáticos que ellos) producen el efecto de una partícula enfermiza que se introduce en las grietas de una sociedad pequeña y arrasa con su dinámica cotidiana, aparentemente calma. La pareja resulta ser un amplificador de los prejuicios, los deseos ocultos, las supersticiones, los temores y la violencia larvada en muchos de los habitantes del pueblo.
Arderá el viento es la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a la vista las miserias del cuerpo social. Expuesta al influjo de los Esterházy, la extraña villa costera deja aflorar la oscuridad que circula por sus zonas subterráneas, como si los visitantes fueran una piedra de toque maligna que lograra sacar a la luz la verdadera naturaleza de los personajes.
Escrita en un estilo parco y de una rara intensidad, la novela es la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo.
Tres vidas
Gertrude Stein
Palmeras salvajes
Gertrude Stein relata las historias de tres criadas de principios del siglo XX, incapaces de reflexionar sobre la miseria de sus vidas definidas por la pobreza, la obediencia y el trabajo a destajo. Con un estilo narrativo moderno, recursivo y claustrofóbico, sus personajes manifiestan el deseo femenino en balbuceos maníacos que hacen eco en el cubismo y los lenguajes vanguardistas de la época.
Las historias de Anna, Lena y Melancta reflejan un universo femenino sofocado por los patrones decimonónicos de la buena conducta, el olvido de sí y el sacrificio, propios de las mitologías puritanas impuestas sobre el cuerpo de la mujer. En estos relatos, Stein desafía el espíritu antierótico norteamericano y arroja al mundo una imagen sensual, un deseo palpitante que puja por ser visto, aunque termine condenado al fracaso.
A través de un nuevo lenguaje, Stein plasma con ironía las promesas de libertad del nuevo siglo en los Estados Unidos, donde aún se reproducen fábulas clásicas de marginalidad y represión femeninas. Y en un homenaje magistral a Flaubert, la autora conjura a la abnegada sirvienta de Un corazón sencillo; al igual que Félicité, este trino de criaturas invisibles para el mundo se rinde finalmente a su propio agotamiento físico y espiritual.
El barranco
Nivaria Tejera
Mar de fondo
El barranco mixtura narración, autobiografía y prosa poética en una despiadada indagación sobre el despojo y la crueldad, cuando tropas militares franquistas ocupan la isla de Canarias. Conforme los hechos se precipitan, la voz de la protagonista -una niña que muy pronto deja de serlo- descubre la imposibilidad de aferrarse a algo que restituya, aunque sea en apariencia, su mundo anterior ultrajado. «Guerraguerraguerra. Esta palabra va a romperme. Tengo miedo. Es ella que vigila. Tengo frío. Es ella que vigila. Y papa detrás, perdiéndose». El barranco puede ser el vacío donde los cuerpos asesinados son arrojados durante la noche, pero también el abismo insondable en el que caen las palabras cuando la esperanza se apaga, la mirada se envicia y las relaciones se corrompen. Entonces, la miseria.