Bellezas singulares
Viernes 05 de diciembre de 2025
Una bandeja de novedades únicas en su especie, que rompen con los formatos tradicionales de la novela y del ensayo.
Diciembre trajo bellezas singulares a nuestra mesa de novedades. Mientras nos preparamos para la temporada de fiestas, preparando los papeles y los moños navideños, hicimos una selección de joyas raras y recién llegadas, invitaciones a leer distinto y regalar tesoros únicos para estas fechas.
Elegimos una “novela haiku” de Natsume Sōseki, acompañada de una novela en verso de Marina Tsvietáieva. Un ensayo en seis postales de Martín Kohan sobre lo que significa ser argentino, junto a un best-seller africano con un fuerte trasfondo poscolonial y una novela preciosa sobre el duelo y los lazos familiares. Como siempre, en nuestra selección de novedades ningún lector se queda afuera.
Mi almohada de hierbas
Natsume Sōseki
Abducción Editorial
Publicada en 1906, Mi almohada de hierbas es una de las obras más singulares de Natsume Sōseki, figura fundamental de la literatura japonesa y uno de los más grandes escritores de la historia. En esta «novela haiku», un artista viaja a un remoto pueblo de montaña buscando la distancia necesaria para transformar la vida en arte. Sus observaciones —que mezclan poesía, pintura y reflexión— se convierten en una suerte de cuaderno de notas para creadores, una declaración estética en la que los gestos cotidianos se examinan como si fueran parte de un vasto lienzo.
Lejos de la narración convencional, Sōseki ensaya aquí una forma distinta de novela: sin trama lineal y construida a partir de escenas y poemas que se suceden como cuadros. En lugar de la tensión dramática, lo que importa es el acto mismo de contemplar, la certeza de que el arte puede ser un fin en sí mismo. El resultado es un manifiesto literario y pictórico, una apuesta distinta en la obra de Sōseki, que valora lo efímero como parte de lo sublime.
El muchacho
Marina Tsvietáieva
Mansalva
Una novela en verso de la gran poeta rusa, traducida por Damián Tabarovsky:
«¿Es eso una ola? ¿Una llama?
¡Es el aceite que se derrama!
Polleras, trenzas, colas, faldas…
¡Chicas! ¿Qué les pasa?
Abrazos y apariencias, maquillajes y bromas.
Muchachos y chicas, muchachos y putonas.
¡A brazo partido!
¡Zafarrancho!
¡Muchacha y muchacho!
¡Muchacha y muchacho!
(¡Ustedes Coronas celosas!)
Nadie se mueve –muchacho en bata–
Más roja que sangre de vaca
–¡Entreguemos al viudo!
Y ahora bosteza.
La puerta. Rezongan
De mierda, de paja».
Argentinos, ¡a las cosas!
Martín Kohan
Seix Barral
Siguiendo las huellas de una serie de palabras provisto de un método paranoico-crítico emparentado con el de Salvador Dalí, Martín Kohan se pregunta, en este ensayo en el que brillan su pluma y su capacidad para establecer conexiones impensadas, sobre lo argentino. ¿Qué somos, qué nos define?
Con ojo agudo y pensamiento audaz, Kohan nos propone veinticinco postales significativas en la construcción de lo que consideramos la argentinidad; y al hacerlo, nos ofrece un viaje por la historia y el territorio nacional desprejuiciado y gozoso.
“De manera que esa noche, la noche del 24 de septiembre de 1923, le tocó al argentino [Luis Ángel Firpo] ser el héroe, le tocó ser el titán mayor, le tocó el brillo, le tocó la historia, pero le tocó también perder. ¿Y no fue más argentino por eso, de alguna manera, al conjugar hazaña y derrota, al conjugar mérito y caída?”
(In)dependencia
Sarah Ladipo Manyika
Elefanta
Pocos años después de la proclamación de la Independencia de Nigeria del régimen colonial inglés, Tayo, un joven aristócrata nigeriano, obtiene la primera beca para estudiar en la Universidad de Oxford, Inglaterra. El inicio de esta historia se da en un momento peculiar, la década de los sesenta, cuando muchos países africanos sueñan y se reorganizan políticamente. El mundo parece estar en un momento de quiebre ideológico. En Oxford, Tayo, conoce a Vanessa, la hija de un ex militar colonial inglés. Y como si fuera un Romeo y Julieta poscolonial, este libro plantea magistralmente una historia expansiva y provocadora que recorre tres continentes y cuatro décadas, dialogando con intelectuales y artistas de todo tipo y pasando por todos los cambios políticos de Nigeria. Aquí hay una escritura multicultural y multilingüe. Por si fuera poco, la música es casi un personaje que, como dice la excelente traductora de esta obra, Lucrecia Orensanz, pauta épocas. En África, esta novela vendió más de 3 millones de copias.
Las vigilantes
Elvira Liceaga
Las afueras
Las vigilantes narra las relaciones que entretejen tres mujeres heridas por la pérdida. Julia acaba de regresar a Ciudad de México y no encuentra su lugar. Vive con su madre Catalina, terapeuta jubilada y voluntaria en un albergue para embarazadas donde reside temporalmente Silvia, una joven que viene del campo y que quiere aprender a leer y a escribir para redactar una carta a su bebé, que dará en adopción. Julia está resuelta a enseñarle y esta experiencia la obligará a ahondar en los propios lazos familiares, dominados por el vacío que dejó la prematura muerte de su hermana y el apego incondicional a su madre.
Con lucidez, Elvira Liceaga traza un mapa de duelos y soledades que nos conmueve, evocando los pequeños gestos y complicidades que nos ayudan a repensarnos.