Relato banal
Jueves 10 de marzo de 2011
La voz (la del narrador, la del personaje y la de la lectura que el personaje hace, entrelazadas) pasa revista por eventos y lugares y mira hacia el porvenir a través de muchos más interrogantes que respuestas: "que tu mente elucubre".
Por Ernest Hemingway.
Ahí estaba, comiendo una naranja y escupiendo lentamente las pepitas. Fuera, la nieve se convertía en lluvia. Dentro, la estufa eléctrica parecía no dar calor, y el hombre, levantándose de su escritorio, se sentó encima de ella. ¡Qué a gusto se sintió entonces! Aquello, por fin, era vida.
Alargó el brazo para coger otra naranja. En París, Mascart había noqueado a Danny Frush. En Mesopotamia habían caído siete metros de nieve. Al otro lado del mundo, en la lejana Australia, los jugadores de críquet ingleses estaban afilando sus palos. Había aventura.
Leyó que mecenas de las artes y las letras habían descubierto The Forum. Es el guía, filósofo y amigo de la minoría pensante. Relatos premiados: ¿escribirán sus autores los best sellers del mañana?
Disfrutarás de esos relatos cálidos, sencillos, americanos, fragmentos de vida real que ocurren en plena naturaleza, en edificios abarrotados o en cómodas casas, y por debajo de todos ellos transcurre un saludable sentido del humor.
Debo leerlos, se dijo.
Siguió leyendo. Los hijos de nuestros hijos... ¿qué será de ellos? ¿Quiénes serán? Hay que descubrir nuevos medios de hacerles sitio en el mundo. ¿Habrá que hacerlo mediante la guerra o con métodos pacíficos?
¿O tendremos que mudarnos todos a Canadá?
Nuestras convicciones más profundas... ¿la ciencia las trastocará? Nuestra civilización... ¿es inferior a otros órdenes más antiguos?
Y mientras tanto, en las lejanas y húmedas selvas de Yucatán, sonaba el ruido de las hachas de los recolectores de resina.
¿Queremos que haya grandes hombres... o los queremos refinados? Cojamos a Joyce, Cojamos al presidente Coolidge. ¿Qué estrella debe guiar a nuestros universitarios? Ahí tienes a Jack Britton. Ahí tienes al doctor Henry Van Dyke.[*] ¿Podemos conciliarlos? Mira el caso de Young Stribling.
¿Y qué me decís de las hijas que deben hacer sus propios sondeos? Nancy Hawthorne se ve obligada a hacer su propio sondeo en el mar de la vida. Valiente y juiciosamente, se enfrenta a los problemas que afectan a cualquier chica de dieciocho años.
Era un brillo espléndido.
¿Eres una chica de dieciocho años? Tomemos el caso de Juana de Arco. Tomemos el caso de George Bernard Shaw. Tomemos el caso de Betsy Ross.
Consideremos los siguientes asuntos teniendo en cuenta que estamos en 1925: ¿había alguna página subida de tono en la historia de los puritanos? ¿Lo de Pocahontas tenía dos caras? ¿Poseía una cuarta dimensión?
La pintura, y la poesía, moderna, ¿son arte? Sí y No. Tomemos a Picasso.
¿Los vagabundos poseen códigos de conducta? Que tu mente elucubre.
Hay aventura en todas partes. Los escritores del Forum van al grano, tienen humor e ingenio. Pero no intentan hacerse los listos ni son prolijos.
Vive la vida plena de la mente, estimulado por las nuevas ideas, embriagado por la aventura de lo inusual. Dejó el librillo.
Y mientras tanto, estirado en la cama de una habitación a oscuras de su casa de Triana, Manuel García Maera estaba con un tubo en cada pulmón, ahogándose de neumonía. Todos los periódicos de Andalucía dedicaban suplementos especiales a su muerte, que llevaban ya días esperando. Hombres y mujeres compraban fotos en color de cuerpo entero para recordarle, y al mirar las litografías perdían la imagen que habían tenido de él en la memoria. Su muerte aliviaba a los demás toreros, porque en el ruedo siempre hacía cosas que a ellos solo les salían a veces. Todos marchaban bajo la lluvia detrás de su ataúd y había ciento cuarenta y siete toreros siguiéndole hasta el cementerio, donde lo enterraron en una tumba junto a la de Joselito. Después del funeral todos se sentaron en los cafés, a resguardo de la lluvia, y se vendieron muchas fotos en color de Maera a hombres que las enrollaron y se las metieron en el bolsillo.
[*] Jack Britton (1885-1962) nació en Nueva York y fue campeón de los pesos welter entre 1916 y 1922. Henry Jackson Van Dyke (1852-1933) nació en Germantown, Pensilvania; fue pastor de la Iglesia presbiteriana, profesor de literatura, embajador de Estados Unidos en los Países Bajos y presidente del Instituto Nacional de las Artes y las Letras; publicó numerosas obras y fue un autor muy citado en su tiempo. (N. del T.)