Jardines posibles
Nueva curaduría
Martes 11 de octubre de 2016
"Que la poesía toque un punto que transforme la realidad". Arranca el mes a cargo de Natalia Romero, autora de Nací en verano y librera en A cien metros de la orilla. Inicia su serie con Diana Bellessi, poeta sobre la que trabajó su tesina para graduarse como Licenciada en Ciencias de la Comunicación.
Selección y notas de Natalia Romero.
Leí este poema un verano que pasé junto a la obra reunida de Diana Bellessi. No era la primera vez que lo leía. Pero esta vez estaba en el Tigre, bajo los mismos árboles, los mismos pájaros, el mismo cielo, el río.
Preparaba un trabajo sobre su obra. Mi amiga Sofi y yo habíamos alquilado una casita en el Delta profundo. Esa vez, sentada en el muelle, con la arboleda alrededor, el poema me dijo algo que antes no me había dicho. Y, en ese instante, me cambiaba la vida. Y no exagero. Y era consciente de esto. La cara oculta me revelaba algo que yo necesitaba poder decir.
Era la posibilidad de nombrar lo que no vemos a simple vista. Que la poesía toque un punto que transforme la realidad.
Empecé a tener un enorme cariño por este poema, a tenerlo cerca, a leerlo mucho, a compartirlo con mucha gente. Papá, te voy a leer un poema. Del otro lado del teléfono se hizo un silencio hermoso. Qué maravilla cómo muestra eso, me dijo papá después de escucharme. Eso de lo que hablaba mi papá es lo que brota del poema, la posibilidad de quebrar el género y reunirnos en otro lugar.
Tuve presente La cara oculta las veces que necesité pensar mi vínculo con mi femenino y mi masculino. Las veces que me pregunté por mi rol como mujer, en la pareja, en la familia, en el mundo. Las veces que vi mis defensas, grandes paredones.
Ver ese otro lado de las cosas fue encontrar un jardín. Un lugar donde estar y crecer con soltura, como las plantas.
La cara oculta
Diana Bellessi
Misterioso es siempre ver el otro lado
como un doblez que no crece aunque empuja
a la superficie indicios de belleza
o de pánico para recordarnos algo
ahí guardado, escapulario que reza
lo bueno está en todas partes y así
lo malo, pero antes, pero ahora quisiera
fijar los ojos en semejante cosa
oculta que me llena, no sé, de dulzura
pienso. Estos hombres, obligándose
siempre a parecer tan duros, obligados
quizá a esconderse como lo hace la luna
con una de sus caras y de repente
la muestran, hoy el Juanchi, tijera en mano
dispuesta para la poda veraniega
se detuvo en seco frente al manzano
y dijo quedo: un nido hay, con pichones
de zorzalito, voy a esperar que crezcan
Ahí se hace silencio, como si fuera
religiosa vergüenza o pavura acaso
o simplemente rendición ante el milagro
Tanto de madre en cada varón liberto
aunque un poco asustado, no pueden más
y a veces yo tampoco, sí señor, o usted
señora cuentemé, no le pasa a veces?
¿Qué?,
el otro lado de las cosas simplemente.
De Tener lo que se tiene, 2009