Cosmos
Martes 05 de enero de 2016
Brevísimo extracto de Cosmos, de Witold Gombrowicz (El cuenco de plata)
Otra reverencia. Se sentó.
—Con toda seguridad usted me considera un poco chiflado.
—Un poco.
—Muy bien. Considéreme así, eso facilita las cosas. También yo juego un poco a estar loco, para facilitar las cosas. Si no me las facilitara todo se me volvería demasiado complicado. ¿Ama usted las satisfacciones?
—Sí.
—¿Y los placeres?
—También.
—¿Ha visto, hermoso señoritín, cómo al final hemos acabado por entendernos...? Es muy sencillo. El hombre... ama... ¿no es así? Ama. Amórulo. Amorúloberg.
—¡Berg!
—¿Qué dice?
—¡Berg!
—¿Cómo debo entenderlo?
—¡Berg!
—¡Basta! ¡Basta! No...
—¡Berg!
—¡Ja, ja, ja! ¡Cómo me ha desbembergado! ¡Qué mosquita muerta! ¿Quién lo hubiera creído? Usted es un gran bembergador, un bembergador de pura sangre. ¡Fuera! ¡De prisa! ¡Prisamberg!
***