Ante la casa en que se ha vivido
Un poema de Juan L. Ortiz
Viernes 05 de mayo de 2017
“El estado poético no es solamente patrimonio del que se considera poeta, yo creo que está en todos", sabía ese hombre río nacido en 1896, considerado por Saer como "el más grande poeta argentino del siglo XX".
“El estado poético no es solamente patrimonio del que se considera poeta, yo creo que está en todos; está especialmente en el niño, por el tipo de asociaciones o de aprehensión de la realidad, mejor dicho el tipo de sentimiento, de comunión que hace con ella (a pesar del individualismo de los chicos); está en el hombre más humilde (cuanto más humilde sea, y de eso ya hay pruebas); y está en los esquizofrénicos, en los locos. Además, hay estados que llegan a tocar un poco lo que ahora se llamaría patológico, como en el caso de Antonin Artaud", creía Juan L. Ortiz, nacido en Entre Ríos en 1896, considerado por Saer como "el más grande poeta argentino del siglo XX".
Aquí, uno de sus poemas, tomado de su libro La rama hacia el este, de 1940.
Ante la casa en que se ha vivido
Solas las flores en el sol y en el viento.
Solas.
¿Sienten ellas la ausencia del homenaje tímido?
En el polvo y en el sol se agitan entre el vuelo de
[algunas hojas secas.
No era el homenaje sólo:
vegetal casi yo estaba en cada íntimo estremencimiento
de tanto silencio vivo e iluminado que cantaba o
[se exhalaba o se descomponía en bisbiseos
[nocturnos.
Las adorables criaturas tiemblan ahora
en una luz cruel sin conciencia,
como perdidas en un tiempo que no es el habitual.
Ah, infundir en las cosas, en los paisajes y en los
[jardines, la medida de nuestro amor
para salvarlos de la eternidad o de la fugacidad en
[que parecen vacilar sin ella.
¿Pero no es el miedo al ángel o un abuso o una
[pretensión?