"La poesía corre siempre el riesgo de cometer incesto con la magia y la religión"
Mario Trejo
Viernes 08 de febrero de 2019
Algunas piezas poéticas de Mario Trejo, también dramaturgo y director de teatro, guionista de cine y periodista nacido en 1926 en Argentina. Tomados de Orgasmo y otros poemas (Centro Editor de América Latina).
También dramaturgo y director de teatro, guionista de cine y periodista, Mario Trejo nació en 1926 en Argentina y falleció en 2012. Entre sus libros se cuentan Celdas de la sangre (1946), El uso de la palabra (1964), La pena capital (1980), De Puño y Letra, (1989) y Los pájaros perdidos (2010), y Ástor Piazzola musicalizó una pieza de este último. Tradujo, junto a Allen Ginsberg, a Nicanor Parra en Estados Unidos.
Orgasmo y otros poemas se publicó en 1989 por el Centro Editor de América Letina y es de esa edición que tomamos lo que sigue:
El combate verbal
La poesía corre siempre el riesgo de cometer incesto con la magia y la religión. Cuando la transgresión se consuma, se convierte entonces en una poesía esotérica, un rito de iniciación en el cual las palabras son a la vez velo y vestíbulo de una verdad que está más allá, en otra parte que no conocen las palabras. El acto de crear, el momento mismo de la creación es, en estos casos, la experiencia más cercana a la mística que es, por definición, no verbal.
Puede argumentarse que una poesía que solicita el conocimiento de claves ocultas o de guiños culturales es hermética. Para que la ostra vuelva a abrirse y permita la esperanza de una perla es necesario, entonces, creer. Creer en la experiencia literaria. ¿Qué quiere decir, en este caso, creer? Sospecho, con temor y dudas, que cuando las palabras no nos remiten a un código familiar y domesticado debemos leer en ellas los nombres de un planeta desconocido, nombres para llamar a sers animales y vegetales surgidos tal vez del silencio y no del carbono, piedras desmesuradamente pequeñas para imaginar su peso atroz, rocas ásperas a la vista y dulcemente verdes al tacto, colores que el arco iris ha olvidado.
Hay un modo único, engendrador, de experimentar toda poesía, gota que oigo caer, veo caer, digo caer. Se trata de luchar duramente con su lenguaje. Si al cabo del combate uno no puede narrarlo con otras palabras y otros gestos, si sentimos que ya no somos el mismo de antes, que algo ha cambiado en nosotros (no importa si creencias, sentimientos o actitudes) entonces quiere decir que la poesía ha tenido lugar, que ocupa ya su lugar dentro de nuestra mente y de nuestro cuerpo.
La ostra se ha abierto. Dentro de nosotros brilla una perla.
Ultimátum a un joven poeta
Que el pan sea pan y mar el mar
Basta de conjeturas
Murciélagos lunares o roedores de orquídeas
Toda palabra tiene precio
Las palabras que atacan como rayos o víboras
Y también madre
Amigo
Y alcohol y cama y mesa
Y el hijo concebido a dulces empujones
Y los hongos que provocan destellos de amor
O resplandores de muerte
Y el poeta que cae bajo las balas
Como un sol que la noche acribilla
Que el pan sea pan y mar el mar
Y el agua eterna
Pero la sed eterna
Para poder decir al fin:
He hallado un pan junto al mar
Los buitres sobrevolaban mi amor
He mordido una orquídea
Los buitres disputaban un cuerpo querido
He guiado camiones y dormido en aserraderos
Los buitres devoraban a mi amada
Viajé de noche sobre la arena caliente
Invoqué los nombres secretos
Conjuré un maleficio
Contuve una catástrofe
Conduje un águila a su nido
He muerto con mis muertos y estoy vivo
Cuando llegué a la ciudad
Un loco vagaba por las calles
En su mirada había un cuchillo
Le di mi mano
Lo miré
Le hablé y mi voz duró entre los astros
Éramos sólo dos sobre la tierra
Pero éramos dos sobre la tierra
La soledad se hizo añicos
La poesía palabras
El pequeño poder
Yo ejerzo ahora este poder
imaginario
que llamo poder imaginario
y es un poder
Yo ejerzo ahora este poder de
no ir a ninguna parte
escondido en la selva
solo y cautivo
de esta libertad imaginaria
Hay cada dos o tres palabras
un silencio
que parece no conducir a nada
Floto en mi negación
y mi no
es una sílaba afirmativa
afirmante
Lástima este poder que lastima
y sirve para tan poco
que vale siempre más
en la boca de los otros
que dicen sol buen día
tengo sed
te amo
te aborrezco
Lo confieso
He perdido el convencimiento
Apenas puedo decir
me muero
me nazco
Pero nadie me cree
Vago solo
en noches que tienen que ver con
el Mediterráneo
Intento decir
buenas noches
tengo hambre
yo también tengo sed
decir la luna
decir intentaré quererte
intentaré dejarme querer
No estoy seguro de lo que digo
Sé poco
pero no entiendo nada
No sé bien qué significan estos sonidos
A veces digo café
y alguien me entiende
a veces
Bebo el café
y sigo sin entender
Las cosas no están claras para mí
He recibido esta herencia fastidiosa
Son otros
son fantasmas lo que me hacen hablar
Yo no soy más
que una máquina de transcribir
que está triste
y tiene sueño