¿Qué es la felicidad?
Pico Estrada subraya a Aristóteles
Jueves 21 de julio de 2016
Paula Pico Estrada, Doctora en Filosofía y directora de Ediciones Winograd, subraya la Ética nicomaquea: "El bien es aquello hacia lo que todas las cosas tienden".
Selección de Paula Pico Estrada.
¿Por qué hacemos todo lo que hacemos? Para ser felices. ¿Y qué es la felicidad? La felicidad es vivir bien. ¿Y cómo se vive bien? Aristotéles dedica toda su Ética a Nicómaco a investigarlo, pero en estos pasajes, subrayados una y otra vez, adelanta la respuesta.
“Todo arte y toda investigación e, igualmente, toda acción y toda elección parecen tender hacia algún bien; por esto se ha manifestado, con razón, que el bien es aquello hacia lo que todas las cosas tienden.” (I, 1, 1094a, 1-3.)
*
“Puesto que todo conocimiento y toda elección tienden a algún bien, volvamos de nuevo a plantearnos la cuestión: cuál es el bien supremo entre todos los que pueden realizarse. Sobre su nombre, casi todo el mundo está de acuerdo, pues tanto el vulgo como los cultos dicen que es la felicidad, y piensan que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz.” (I, 4, 1095a, 14-20.)
*
“Pero sobre qué es la felicidad discuten y no lo explican del mismo modo el vulgo y los sabios. Pues unos creen que es alguna de las cosas tangibles y manifiestas como el placer o la riqueza o los honores; otros, otra cosa; muchas veces, incluso, una misma persona opina cosas distintas: si está enferma, piensa que la felicidad es la salud; si es pobre, la riqueza; los que tienen conciencia de su ignorancia admiran a los que dicen algo grande y que está por encima de ellos.” (I, 4, 1095a, 20-26.)
*
“Decir que la felicidad es lo mejor parece ser algo unánimemente reconocido, pero, con todo, es deseable exponer aún con más claridad lo que es. Acaso se conseguiría esto, si se lograra captar la función del hombre. […] ¿Y cuál, precisamente, será esta función? El vivir, en efecto, parece también común a las plantas, y aquí buscamos lo propio. Debemos, pues, dejar de lado la vida de nutrición y crecimiento. Seguiría después la sensitiva, pero parece que también ésta es común al caballo, al buey y a todos los animales. Resta, pues, cierta actividad propia del ente que tiene razón.” (I, 7, 1097b, 22-34/1098a, 1-5.)
*
“Siendo esto así, decimos que la función del hombre es una cierta vida, y que esta vida es tanto una actividad del alma como acciones razonables, y en el caso del hombre bueno, es estas mismas cosas bien y hermosamente, y cada uno se realiza bien según su propia virtud. Así resulta que el bien del hombre es una actividad del alma de acuerdo con la virtud, y si las virtudes son varias, de acuerdo con la mejor y más perfecta, y además durante una vida entera. Porque una golondrina no hace verano, ni un solo día, y así tampoco ni un solo día ni un instante bastan para hacer a un hombre venturoso y feliz.” (I, 7, 1098a,12-19.)
La traducción de los pasajes es de Julio Pallí Bonet en; Aristóteles, Ética nicomáquea – Ética eudemia, Madrid: Gredos, 1985. Existe una traducción más reciente, hecha por Eduardo Sinnott en: Aristóteles, Ética nicomaquea, Buenos Aires: Colihue, 2007.