Vikinga Bonsái
Una novela de Ana Ojeda
Miércoles 04 de setiembre de 2019
Ana Ojeda bucea en las profundidades de la escritura y desemboca en las orillas con una novela que se detiene en la generosidad de los vínculos y en la que el lunfardo, el calabrés y el lenguaje inclusivo conviven en barroca comunidad: en su exuberancia, pero también en su particularidad, Vikinga Bonsái confirma que el lenguaje está vivo y se construye entre todes.
Ana Ojeda bucea en las profundidades de la escritura y desemboca en las orillas con una novela que se detiene en la generosidad de los vínculos y en la que el lunfardo, el calabrés y el lenguaje inclusivo conviven en barroca comunidad: en su exuberancia, pero también en su particularidad, Vikinga Bonsái confirma que el lenguaje está vivo y se construye entre todes.
Vikinga Bonsái vive con Maridito, que está de viaje en la selva paraguaya y con quien tiene un hijo adolescente: Pequeña Montaña. El recorrido de sus días está trazado por una bicicleta que no conoce más itinerario que Boedo-San Cristóbal-Boedo, llevándola de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, previa parada en el chino para aprovisionarse según dicta un menú que siempre sabe a poco y entonces, por fin, a la cama. Hasta que una mañana la pantalla del celular se ilumina y en el grupo Apocalipsicadas aparece una invitación difícil de rechazar: cena con amigas. A partir de ahí la novela avanza a paso feroz entre situaciones desesperadas o disparatadas.
144 págs.
ISBN 978-987-712-171-1
14 x 22 cm.
ANA OJEDA es escritora y editora. Nació en Buenos Aires en 1979. Se recibió de licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Publicó las novelas Modos de asedio (2007), Falso contacto (2012), No es lo que pensás (2015) y Mosca blanca mosca muerta (2017), los relatos de La invención de lo cotidiano (2013) y Necias y nercias (2017) y el volumen de microrrelatos (o poemitas en prosa) Motivos particulares (2013). Por su obra literaria ha obtenido el segundo premio Casa del Escritor 2005, resultado finalista con mención de honor en el III Premio Nacional “Laura Palmer no ha muerto” 2012 y primera finalista del Premio Indio Rico 2014, otorgado por la fundación Estación Pringles. En los Premios Nacionales 2018, obtuvo menciones en las categorías “Cuento y relato” y “Novela”. Por su labor editorial, en 2018 fue seleccionada para participar en el Frankfurt Fellowship Programme, dependiente de la Frankfurter Buchmesse, junto a quince editores de todo el mundo, y distinguida como “Fred Kobrak Fellow”.