Claire Keegan: "No estoy interesada en escribir sobre mi propia experiencia"
Y su nueva novela, diez años después
Jueves 14 de octubre de 2021
En conferencia de prensa para presentar Cosas pequeñas como esas, novedad en Eterna Cadencia Editora, la escritora irlandesa compartió algunas ideas sobre sus procesos de escritura y, en especial, sobre este libro que logró completar en pandemia.
Por Valeria Tentoni.
En conferencia de prensa para presentar Cosas pequeñas como esas, novedad en Eterna Cadencia Editora, la escritora irlandesa compartió algunas ideas sobre sus procesos de escritura y, en especial, sobre este libro que logró completar en pandemia.
Dedicada a las mujeres y niños que padecieron en los hogares para madres e hijos y en las Lavanderías de la Magdalena de Irlanda, esta breve y potente novela cuenta la historia de un hombre, Bill Furlong, trabajador del carbón y padre de familia, cuando se encuentra sin buscarla con una realidad arrolladora. Situada en un pueblo irlandés en un invierno de 1985, Keegan dirá que la trama es producto de lo que su imaginación hace con el contexto histórico, pero que no conoce a ninguna de las víctimas de las lavanderías, una institución religiosa que funcionó hasta 1996 en Irlanda, en la que fallecieron cientos de bebés y se encerraron jóvenes madres como castigo.
"Yo escribo ficción. No estoy interesada en escribir sobre mi propia experiencia. No tomé esta historia de nadie que conozca", enfatizó, y se definió como una escritora de ficción que no podría haber tratado el mismo tema desde la no ficción, ya que no es de su interés ese camino.
Keegan, que se reconoció lectora de poetas como Philip Larkin, admitió que lo que más le interesa son los silencios, las cosas no dichas, y dijo que no se sienta a escribir con ningún plan previo sino que va descubriendo la trama a medida que escribe. "No estoy tan interesada en el drama cuando escribo, sino en la tensión. La tensión viene de la pérdida. Sabemos que vamos a perderlo todo al final, así que mientras envejecemos vamos ensayando la pérdida", dijo.
La autora de Antártida, Recorre los campos azules y Tres luces -todas, como la última, traducidas por Jorge Fondebrider, gran impulsor de su obra en nuestro país-, explicó que le llevó diez años volver a terminar un libro porque el trabajo docente y las traducciones se llevaron toda su energía y tiempo. La pandemia, sin embargo, le permitió escribir Cosas pequeñas como esas y un cuento, a salir pronto en el New Yorker. "Durante la pandemia escribí. Nunca escribí tanto como en pandemia. Escribí cada mañana y cada noche, todos los días", aseguró.
"No estoy segura de cómo hago para lograr tensión en la escritura. Reescribo y corrijo mucho. Los borradores de esta novela, que es muy breve, son muchísimo más extensos. Sigo reescribiendo hasta que quedo conforme -explicó-, lucho terriblemente por encontrar lo que quiero".
Desde County Wexford, donde actualmente vive, cerró la videollamada admitiendo: "Tampoco creo que sean cosas que se puedan apurar. Sé que podrían acusarme de tener una producción demasiado breve, pero creo que la imaginación favorece a quienes la esperan y tienen paciencia. Y sí tengo cierta fe de que haya algo debajo de lo visible en el texto. Cuando hay algo que no me gusta o me desagrada en el texto, pienso que está cubriendo algo que, si tengo la suficiente paciencia como para esperarlo, aparecerá".