Para no perderse en la feria
El stand de "Los siete logos"
Feria del libro de Buenos Aires
Viernes 22 de abril de 2016
Por PZ.
Entrando por Plaza Italia —hay que pasar el sector de las provincias— o por la Av. Sarmiento, se llega, primero, al Pabellón Azul. Allí, en el stand 428, con una estética despojada casi soviética, está el espacio colectivo de “La sensación”, integrado por las editoriales Caballo Negro, Iván Rosado, Mansalva y Blatt & Ríos. Recomendados: La Gioconda de los albañiles, que tiene la poesía de Pablo Katchadjian, Marcelo Galindo y Santiago Pintabona está a 140$; La carne de René, de Virgilio Piñera —tiene prólogo de Ariel Schettini— a 240$. Además, hay una larga fila de libros de Aira y una esquina dedicada a Fogwill, en donde se destacan Diálogos en el campo enemigo (200$) y Los libros de la guerra (320$).
Cerca de “La sensación”, en el stand 526, está el colectivo “La Coop” (compuesto por 12 sellos independientes, entre ellos: Alto Pogo, China editora, Conejos, Paisanita) a quien se le suma también la editorial cordobesa Nudista. Atendida por sus dueños, o: por sus editores, se puede mencionar títulos como Iniciado del alba. Seis ensayos sobre Spinetta compilados por Sandra Gasparini (250$), Poéticas del siglo XX, de Raúl Gustavo Aguirre (250$), el poemario de Claudia Sobico Venus en acuario que publica Qué diría Víctor Hugo (90$) y Otaku, de Paula Brecciareli (140$), entre muchos títulos y géneros.
En el centro de ese pabellón está la distribuidora Waldhuter (stand 520), que reúne a editoriales argentinas y extranjeras. Los libros de Eterna Cadencia Editora también se pueden conseguir allí. Y muy cerca de Waldhuter, en el stand 727, están “Los sólidos platónicos” —Godot, Aquilina, El gourmet Musical, Sigilo (the publisher formerly known as Páprika), etc.— Ahí hay que andar con cuidado: una vez que levantás un libro es muy difícil no llevártelo. Tiembla la Visa crédito. Está, por ejemplo, la esperadísima edición argentina de Leñador, de Mike Wilson (Fiordo) a 320$. Está el ensayo de Julio Mendívil: En contra de la música (El gourmet musical) a 270$. Y está también Ferrari por León, un bellísimo libro en el que Andrea Wain —asistente de L.F.— trabajó durante 8 años compilando entrevistas, materiales de archivo, cartas y más. Publicado por Libraria, cuesta 220$.
El stand de Los 7 logos está sobre el acceso de Cerviño —consejo: por esa entrada casi nunca se forma cola como sí sucede en Plaza Italia— pasando el sector de Zona Futuro; a unos metros están las editoriales Lom, Pólvora, EMR, Puente Aéreo, Letra Svdaca y varias más, conformando el colectivo “Todo libro es político”. Un poco más arriba, cruzando el salón dedicado a Santiago de Compostela, ciudad invitada de esta edición de la Feria, hay una “calle” que agrupa a Vox, 27 pulqui y Eloísa Cartonera. En esa misma calle está la editorial uruguaya Criatura (stand 2119), en donde se puede conseguir La máquina de pensar en Gladys, de Mario Levrero (200$), la versión ilustrada de Ana no duerme (190$), y El bobo del pueblo, de Leo Masliah (180$). El stand pegado, exactamente al lado, el 2117, es el de la editorial española/mexicana Sexto Piso. Los precios son más picantes, pero en una rápida pasada tienen por lo menos tres clásicos modernos que no termina lamentándose si no los compra a tiempo: El coleccionista, de John Fowles traducido por Andrés Barba (540$), La cámara del crimen, de Angela Carter (540$) y El temblar de una hoja, de William Somerset Maugham (345$). Eso junto a William Gaddis, Valeria Luiselli y más.
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