Amalia Sanz: “La crisis provoca estrategias de encuentro y resistencia”
Jueves 18 de setiembre de 2025
La directora del Filba Internacional, festival que comienza la semana entrante, repasa los aspectos más destacados de esta edición.
El 17° Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires - FILBA 2025 tendrá lugar del 25 al 28 de septiembre de 2025 en Buenos Aires, mientras que en Montevideo habrá una edición que se le adelanta por dos días, del 23 al 24 inclusive.
Con un plantel de invitados internacionales entre los que se cuentan Rosa Berbel (España), Jon Bilbao (España), Juan Cárdenas (Colombia), Amaury Colmenares (México), Gabriela Escobar (Uruguay), Stenio Gardel (Brasil), Pol Guasch (España), Ana Paula Maia (Brasil), Lina Meruane (Chile), Aki Ollikainen (Finlandia), Mónica Ojeda (Ecuador), Sheena Patel (Gran Bretaña), Lorena Salazar Masso (Colombia), Gabrielle Boulianne-Tremblay (Canadá), tendrá además un gran número de participantes locales y eso incluye una zona de invitados de las provincias, la llamada zona federal, lo que asegura una oferta variadísima de escrituras y propuestas.
Habrá lecturas, talleres, cata de libros, recitales, bitácoras y mucho más, con entrada libre y gratuita. El programa ya está disponible en la página web de Fundación FILBA, pero mientras tanto conversamos con la directora del festival, Amalia Sanz, quien repasó los aspectos más destacados de esta nueva edición.
¿Qué podés contarnos del momento al que aterriza esta nueva edición del Filba? ¿Con qué dificultades se toparon este año y con qué oportunidades?
Es un momento similar al del año pasado, quizás con una crisis más pronunciada en términos del vínculo entre el Estado y la cultura. La crisis provoca estrategias de encuentro y resistencia más fuertes. También mayores instancias de encuentro y entusiasmo por hacer, a como dé lugar. Algo que hacemos en Filba desde el comienzo es volver la dificultad virtud y aprovechar cada escenario, por más hostil que sea. Se generaron muchas alianzas con diferentes instituciones locales y del exterior, y, como siempre, con editoriales y con otros colectivos que vienen trabajando en la misma dirección que la fundación.
Hay nuevas sedes, y además del clásico Malba cuentan, por ejemplo, con Arthaus. Cine y artes visuales acompañan la agenda literaria, ¿cómo pensaron estos cruces?
Este año estamos en MALBA como siempre pero el fin de semana también vamos a estar en el microcentro de la ciudad, un escenario que siempre nos interesó habitar. Post pandemia esa zona de la ciudad se vació un poco pero ahora hay una especie de renacimiento y está empezando a brotar con propuestas vinculadas al arte. Encontramos socios muy interesantes como el Centro Cultural Paco Urondo, dependiente de la UBA, Arthaus y la Casa de la cultura, una sede estatal perteneciente a la ciudad de Buenos Aires. La vinculación con las artes visuales, con el cine y con la música es una marca muy representativa de Filba; el cruce con otras artes, lo interdisciplinaria, sacar a la literatura del libro y que la palabra circule también en otros formatos.
¿De qué se trata la zona de invitados provenientes de las provincias argentinas? ¿Cómo pensaron este punto?
La zona federal, como le llamamos a esa sección del festival donde logramos que autores de otras provincias puedan participar del Filba internacional es otro claro ejemplo de alianza. Contamos con el apoyo de Fundación Williams, que nos permitió financiar este proyecto. Tiene que ver también con algo que Filba viene trabajando desde hace años, un intento de descentralizar la cosa, especialmente con el Filba Nacional. Muchos de estos autores habían participado de algún Filba Nacional y ahora participarán del internacional.
Hay Filba en Uruguay este año, ¿qué pueden decirnos del regreso a ese país?
Filba Montevideo es una alegría absoluta. Filba tuvo sus instancias montevideanas y también se hizo en Chile, pero por una cuestión de logística y presupuesto no habíamos podido continuar. Volver es una satisfacción absoluta. Tiene que ver también con un intento por optimizar los larguísimos y muy costosos viajes que algunos autores tienen que hacer para llegar a esta región, y con compartir ese recurso en otros países con lectores que puedan aprovecharlos.
El tema, este año, es la alteridad, la otredad. En un tiempo crítico, de violencia y guerras alrededor del mundo, ¿cómo eligieron este tema?
Nos parecía que era un tema que atravesaba las narrativas de muchos de los autores invitados, pero, además, la construcción que hacemos de nosotros mismos a partir del otro y la construcción que hacemos del otro a partir de nuestros prejuicios nos parece una conversación muy pertinente en este momento. Está el tema de la empatía y la crueldad, la pregunta por lo que construimos como individuos y como sociedad ante los demás. Creemos que este disparador puede abrir conversaciones muy fructíferas y nuevas lecturas.
