Un personaje de Moby Dick se convierte en editorial independiente
Viernes 21 de noviembre de 2025
El sello Queequeg estrena catálogo con la novela de una joven autora escocesa, elogiada por Irvine Welsh y Mariana Enriquez .
Por Valeria Tentoni.
Queequeg es un personaje clave de Moby Dick, compañero de Ishmael que tarda poco en aparecer: en las primeras páginas de la gran novela de Herman Melville nos encontramos con este arponero caníbal que ahora ocupa el logo de una nueva editorial independiente argentina que lleva su nombre. Como en la novela, en el logo Queequeg trae consigo su herramienta principal de trabajo: la lanza. “Queequeg es el desconocido. Queegueg es amor. Queequeg es el espanto convertido en consuelo. Queequeg es lo exótico hecho familiar. Queequeg es la valentía. Queequeg es la aventura. Queequeg es el amigo incondicional. Como Ishmael, elegimos a Queequeg (y él a nosotros, esperamos) para acompañarnos en esta larga aventura”, dirán desde el flamante sello.
Escritor, traductor y periodista, Andrés Hax es el director editorial de este proyecto. Junto a Verónica Pagés, la maquinaria se puso en marcha y publicó su primer título esta primavera, mientras proyecta otro más para este año. Para el 2026 ya tienen, al menos, tres libros venideros. La colección estará dedicada a la ficción, al ensayo y a las misceláneas, publicando, también, libros de fotografía: “Cada libro de nuestro catálogo dialoga con los demás, construyendo una especie de obra secreta, en el sentido en que una biblioteca puede serlo. Nos interesan, en términos generales, dos tipos de libros: por un lado, obras de autores que todavía no han sido traducidos ni publicados en América Latina; por otro, libros que aún no existen, pero que queremos ver nacer. Nuestro catálogo no busca imponer una identidad fija, sino permitir que esa constelación crezca con el tiempo: libro a libro, voz a voz”.
“Que la editorial sea como una novela excéntrica, y cada libro un capítulo”, dice Hax, visiblemente entusiasmado en plena recorrida de librerías y con Luckenbooth en las manos. Esa es su primera novela, el “mascarón de proa” del proyecto, un texto escrito por la joven autora escocesa Jenni Fagan, novelista, poeta y guionista. La traducción es de Micaela Ortelli, la contratapa de Mariana Enriquez y el blurb de Irvine Welsh: “Una de las experiencias literarias más impresionantes que he tenido en años”, dice. La foto de tapa es de Marcos López, un gran aporte a la materialidad de este libro poderoso. ¿Cómo fallar con todos estos nombres en constelación? “Esta novela tiene hijas del diablo, mujeres que se aman, fantasmas, políticos, mineros que le temen al sol y a un William Burroughs enamorado: todos en un mismo edificio de Edimburgo durante cien años. Jenni Fagan hace magia con su magnífica escritura, su desprejuicio y su inteligencia. Es una bruja, una rockera, una mujer sin miedo, y Luckenbooth es su hechizo más poderoso”, dice Mariana Enriquez.
Mientras tanto, se preparan otros títulos, gracias a la capacidad y curiosidad de Andres Hax de leer en ambas lenguas con igual fluidez. Nació en 1970 en Boston, Estados Unidos, pero en 1996 vino a vivir a Buenos Aires, donde fue redactor en Revista Ñ, en Cultura del diario Clarín y en este mismo blog. Publicó Ol de Pritty Jorses (17 Grises Editora) un libro híbrido que narra en paralelo su devoción por la escritura de Cormac McCarthy (el mismo título es una referencia a la novela All the pretty horses), el conflicto generacional con su padre, un viaje al archivo de McCarthy (donde encuentra, en uno de los manuscritos, el dibujo de una navaja) y un ritual de iniciación a la escritura. Fue precisamente mientras lidiaba con la dificultad natural de escribir otro libro, proyecto momentáneamente pausado, que decidió lanzar una editorial. Desde entonces, cuenta, todo parece encadenarse de modo divino en dirección a su crecimiento, como por ejemplo el detalle del final de la historia de Queequeg en el libro de Melville y el comienzo de Luckenbooth, que espera por sus primeros lectores argentinos en la librería.