El Martín Fierro cumple 150 años
Por Matías Emiliano Casas
Jueves 22 de diciembre de 2022
"El Martín Fierro es un texto político" leemos en este extracto de Como dijo Martín Fierro. Interpretaciones y usos del poema durante el siglo XX (Prometeo), que celebra la vigencia del clásico argentino.
Por Matías Emiliano Casas.
El Martín Fierro es un texto político. Los mensajes del protagonista, los contextos aludidos, su autor, su editor, y las transformaciones operadas entre la primera y la segunda parte daban cuenta suficiente de ello. La correspondencia que recibió José Hernández, y que luego fue reproducida en los prólogos de diferentes ediciones, también advertía el potencial político del poema y los posibles efectos –deseados y no tanto– que podía provocar en el público lector y oidor.
Ese potencial quedó en evidencia en las famosas conferencias que Leopoldo Lugones ofreció, en mayo de 1913, en el teatro Odeón de Buenos Aires. Un público selecto, entre los que se encontraban altos representantes de la clase dirigente nacional, aplaudió la consagración épica del poema.
Se suele aludir a ese evento como un hito en el proceso de construcción del gaucho como símbolo nacional. La élite porteña celebró a una figura ciertamente purificada, alejada de toda connotación inquisidora del poder.
En el marco del programa nacionalista del Centenario, el Martín Fierro era convocado a integrar, desde un rol protagónico, el canon de la literatura argentina. Los conservadores reconocían al personaje hernandiano que se erigía como emblema heroico de la “raza” en contraposición a la “plebe ultramarina”. El gaucho pasaba a codearse con la oligarquía dirigente.
En este capítulo, abocado a explorar los usos políticos de Fierro, comenzamos con una de las intervenciones más estudiadas en la trayectoria de la obra y de sus personajes. Paradójicamente, optamos por señalar ese “encuentro” entre el gaucho y la oligarquía para discutir su carácter inicial o fundante. Varias investigaciones han matizado la relevancia de las conferencias de Lugones en orden a interpretaciones anteriores sobre el carácter épico del poema.1 No pretendemos desconocer las repercusiones que generaron las lecturas del intelectual nacionalista. Sus disertaciones, por ejemplo, promovieron la encuesta de la revista Nosotros que convocó a reconocidas voces del campo literario argentino a pronunciarse, de manera dispar, sobre el valor de la obra. En cambio, consideramos que la canonización del poema, respaldada por los políticos conservadores, debe comprenderse en relación con tempranas lecturas libertarias y contestatarias del Martín Fierro.

En esa línea nos proponemos, en primer lugar, explorar la utilización de la obra en clave anarquista. En los albores del siglo XX, fueron representantes del movimiento ácrata los que se ocuparon de reinterpretar el texto en perspectiva política y adaptarlo a sus intereses. Esas adaptaciones no estuvieron exentas de problemas ni disensos. Quienes se abocaron a pensar la función del gaucho para el anarquismo lo hicieron en un contexto signado por el conflicto social y la represión estatal, por un lado, y por la organización interna del movimiento y su proyección propagandística, por el otro. Así, tuvieron que lidiar tanto con la trayectoria previa del poema como con las divergentes posturas que cuestionaron el cruce entre Fierro y las ideas libertarias.