El producto fue agregado correctamente
Blog > Ficcion > Discípulos ciegos hacia Emaús
Ficcion

Discípulos ciegos hacia Emaús

Emaús, la nueva novela de Alessandro Baricco.

Por PZ.

emaúsEn el Evangelio según San Lucas se cuenta la historia de Emaús. La mañana del tercer día, el cuerpo de Jesús crucificado no está en el sepulcro. Entre los apóstoles y los seguidores reina la confusión. Ese mismo día, dos discípulos ("uno de ellos llamado Caifás", especifica Lucas) viajan a Emaús. En el camino discuten lo sucedido en el Calvario, cuando se les acerca un tercero y les pregunta de qué hablan. Pero cómo puede ser que no sepas lo que pasó en Jerusalem, le dicen. Los hombres le cuentan y el tercero escucha. Más tarde, cuando pretende irse, los otros dos le dicen que se ha hecho tarde y le proponen compartir la cena.

Baricco relata:

Durante la cena, el hombre parte el pan, con tranquilidad, con naturalidad. Entonces ellos dos se dan cuenta y reconocen en él al Mesías. El desaparece.

En la National Gallery de Londres hay un cuadro de Caravaggio con la escena de Emaús. Jesús domina el centro, la cara redondeada, los ojos cerrados. A su izquierda, un discípulo gesticula sobresaltado; a su derecha, el otro lo mira como hipnotizado, la manga del saco rota a la altura del codo. En el cuadro hay un tercer testigo, tal vez el dueño del lugar donde se han detenido a comer: él también mira a Jesús, pero se comprende que su interés no es el de los otros dos. Los ojos, sobre todo los ojos, definen el instante crucial: Jesús ha partido el pan y ellos están a punto de comprender a quién tienen delante. Caravaggio pintó a Jesús, pero uno casi percibe el momento en que comienza a desaparecer.

 

Al quedarse solos, los dos dicen: ¿Cómo hemos podido no darnos cuenta? Durante todo el tiempo que ha estado con nosotros, el Mesías estaba con nosotros, y nosotros no nos hemos dado cuenta.

*

Son cuatro amigos: el Santo, Luca, Bobby (tiene un hermano igualito a JFK) y el narrador. Tienen 16, 17 años: la edad en que el mundo se hace de verdades absolutas. Y son felices: son católicos, creen en el Dios de los Evangelios. Los cuatro amigos hacen tareas de caridad con los ancianos del hospital, tienen una banda que toca en la iglesia y aspiran a convertirse en un buen grupo de rock. Tienen 16, 17 años: la edad que se vive sobre la cuerda del equilibrista. Son vírgenes: son católicos. Pero el sexo es una inquietud que los domina.

Los cuatro están alucinados con Andre. En italiano, Andrea es un nombre de varón, pero ni siquiera eso respeta esta Andre. La chica los consume. Andre es bella, distante, no se le han conocido novios, nadie la llevó de la mano, nadie le ha dado un beso en público.

De manera que Andre no es de nadie ---pero nosotros sabemos que, al mismo tiempo, es de todos.

Andre es capaz de practicarle sexo oral a un compañero ocasional en un auto sin temor a ser descubierta pero tampoco sin someterse: lo hace porque le gusta. Se dice que ella quiso suicidarse en las aguas negras del río.

Los cuatro amigos ---cuatro: como los evangelios--- buscan acercarse a la santidad ---sobre todo El Santo que tal vez se haga cura---, intentan distinguir el bien del mal, vivir en la rectitud y la moral. Pero Andre ---cuya raíz en griego, idioma que Baricco siente tan próximo, significa hombre--- les supone una pregunta que no pueden responder.

*

El recurso de un relato llevado por un muchacho se asienta en una "tradición italiana" que tiene como exponentes a Niccolò Ammaniti, Aldo Neve y tantos otros, pero el ambiente religioso le corre el piso al optimismo y a la poesía.

Emaús no quedará en la memoria como Océano mar o Seda. No hay imágenes tan potentes como la del hombre que pinta una tela con agua de mar. No hay imágenes tan sensuales como la de una joven que toma el té desde el punto exacto donde antes había tomado otro hombre. Pero es una buena novela.

A diferencia de la edición de Anagrama, la publicación italiana viene con la contratapa en blanco. La clave está en la respuesta ausente a la pregunta que se hacen los discípulos cuando desaparece Jesús. La misma que se hacen los cuatro amigos:

¿Cómo hemos podido no saber, durante tanto tiempo, nada de lo que era, y a pesar de todo, sentarnos a la mesa de todas las cosas y personas que íbamos encontrando a lo largo del camino? Corazones pequeños ---los alimentamos con grandes ilusiones y al final del proceso caminamos igual que discípulos hacia Emaús, ciegos, al lado de amigos y amores que no reconocemos ---fiándonos de un Dios que ya no sabe nada sobre sí mismo. Por eso conocemos la marcha de las cosas y luego recibimos el final de las mismas, pero siempre ausentes de corazón, Somos aurora y, no obstante, epílogo --perenne descubrimiento tardío.

Artículos relacionados

Lunes 28 de diciembre de 2015
Oscura plegaria
Ariana Harwicz sorprende con cada novela que publica. En Precoz trabaja una zona del lenguaje que puede relacionarse con Zelarayán, Néstor Sánchez, Aurora Venturini, entre otros.
Miércoles 10 de mayo de 2017
La salud de Cheever

"Escribir es fugarse, pero en un sentido estrictamente carcelario: crear con el lenguaje la salida del lenguaje. Esto parece decirnos la extraordinaria novela Falconer (1977): tal es el nombre de la cárcel que inventó John Cheever para escapar de sus fantasmas". Una lectura de Matías Moscardi.

Sobre Falconer, la novela que lo catapultó a los lectores

Lunes 29 de enero de 2024
Amanecer, anochecer: así escribe Edwidge Danticat

"La psiquis de su hija es tan débil que se agita por cualquier cosa. ¿No se da cuenta de que la vida que tiene es un accidente del azar?": releemos un fragmento de Todo lo que hay dentro, de la escritora haitiano-estadounidense Edwidge Danticat (Editorial Fiordo).


Lunes 21 de marzo de 2016
Tribulaciones, lamentos y ocaso de un tonto rey imaginario o no

La novela El paraíso opuesto, de Antal Szerb (La Bestia Equilátera, traducción de Laura Wittner), es una historia alegórica que advierte: «El deber no es un lecho de rosas».

Entre la alegoría y la sátira política
Lunes 28 de marzo de 2016
Lengua de vidrio

Una lectura de la antología de relatos de la gran escritora neoyorkina, Colgando de un hilo, edición de Lumen con ilustraciones de Simone Massoni.

Antología de cuentos de Dorothy Parker
Martes 22 de marzo de 2016
El silenciero

Jorge Consiglio (Hospital posadas, Pequeñas intenciones, entre otros) extrae sus citas favoritas de El silenciero, de Antonio Di Benedetto, también autor de autor de Zama y Los suicidas, entre otros títulosl.

Citas de Di Benedetto
×
Aceptar
×
Seguir comprando
Finalizar compra
0 item(s) agregado tu carrito
MUTMA
Continuar
CHECKOUT
×
Se va a agregar 1 ítem a tu carrito
¿Es para un colectivo?
No
Aceptar