Hijo de hombre
Martes 01 de marzo de 2011
Presentamos una de las novedades editoriales de marzo: la novela Hijo de hombre, de Augusto Roa Bastos, con prólogo de Sergio Ramírez.
Novela cumbre de la literatura latinoamericana del siglo XX, Hijo de hombre es una intensa incursión en la exuberancia de la tierra americana y en el infierno de la guerra.
Muestra de una insuperable destreza para articular las incesantes tragedias del Paraguay en una lengua vigorizada por los tonos y expresiones del guaraní, Hijo de hombre lleva el español a un nivel de expresividad pocas veces visto.
"Una novela de milagros verbales donde la imaginación conquista la belleza de lo prodigioso y de lo terrible" (Sergio Ramírez).
Hijo de hombre, Augusto Roa Bastos
(Eterna Cadencia Editora, 416 págs., $ 79.-, ISBN 978-987-1673-27-8)
Hijo de hombre (1960) colocó a Augusto Roa Bastos como precursor de la modernidad literaria en el continente. Con una estructura que altera el discurso cronológico y los planos espaciales, Roa Bastos construye un relato estremecedor sobre las marcas que dejó en el pueblo paraguayo una historia trágica y a la vez grandiosa. Los personajes que recorren estas páginas viven, a la luz del legado de sus muertos y el pasado, una realidad que los va tragando lenta pero inexorablemente, signada por la pobreza, la represión desmedida, la explotación y el abandono, ecos de episodios atroces como la Guerra de la Triple Alianza, la Dictadura Perpetua o la guerra del Chaco.
Una novela sobre el poder y sus perversiones, pero también sobre esa herencia guaraní que plasma, como señala el propio autor, la expresión y la vida cotidiana con un discurso informulado pero ineludible, producto de mitos, símbolos y una cosmogonía a veces imposibles de aprehender por el castellano.
Augusto Roa Bastos nació en Asunción, Paraguay, en 1917, y falleció en la misma ciudad en 2005. Es uno de los escritores más importantes de Latinoamérica, ganador del Premio Cervantes (1989), entre otros. De muy joven combatió en la guerra del Chaco, luego fue corresponsal de prensa durante la Segunda Guerra Mundial. A su regreso debió exiliarse, primero en Buenos Aires y luego en Francia. Entre sus libros se encuentran El trueno entre las hojas (1952), Hijo de hombre (1960, Premio Internacional de Novela Editorial Losada), El baldío (1966), Madera quemada (1967), Los pies sobre el agua (1968), Moriencia (1969), Cuerpo presente (1971), Yo el Supremo (1974), Contar un cuento y otros relatos (1984), Vigilia del Almirante (1992), El fiscal (1993), Contravida (1994) y Madame Sui (1966).