Nueve preguntas a Robin Myers
Martes 19 de diciembre de 2023
La poeta y traductora estadounidense responde nuestro cuestionario clásico.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Un collar en sí muy antiguo, de cuentas de piedra, que era de mi abuela paterna, a quien nunca conocí. Me lo regaló mi papá hace poco. Todavía no me lo pongo, pero me gusta la idea de ese contacto físico, o casi físico, con alguien que ya no está --o, en mi caso, con alguien que nunca estuvo, más que en las historias que también se heredan--.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
Winter Stars, un libro del poeta estadounidense Larry Levis, que me voló la cabeza y me cambió el rumbo cuando recién estaba empezando a sumergirme en la poesía y en mi deseo de escribirla. No creo que esté traducido al español, pero ojalá que alguien se anime a hacerlo algún día. Levis tiene una mirada expansiva, dura, amorosa, abarcadora; sentí, leyéndolo por primera vez, que cualquier cosa podría caber en un poema, y que la magia consistía en lograr conectar, aunque sea por un instante, lo que se sepa inconexo.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo mejor, la sensación de que la poesía sobre todo tenga temporalidad propia, independiente de la del consumo, del mercado, de otras formas de "procesar" la experiencia íntima y colectiva; la sensación de que en la poesía, por lo menos, pueda haber urgencia sin prisa. Lo peor, la idea que tanto se perpetúa entre escritores (y tal vez poetas sobre todo) de que sean intrínsecamente más sensibles que otras personas. Me choca eso.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Se me ocurren dos: This Little Art, de la escritora y traductora británica Kate Briggs, que es una exploración brillante y divertidísima sobre el oficio de traducir, y sobre la relación tan estrecha y a la vez extraña que pueda surgir entre la traducción y la escritura. (Es otro libro que espero que pronto se traduzca al español.) Y también Un sueño de toda célula, de la poeta mexicana Maricela Guerrero, que ya salió en Argentina por Como un lugar: es un libro de poemas interconectados que catalogan y denuncian diversas formas de devastación y enajenación --ecológica, lingüística y otras-- a la vez que exploran modos de acompañarnos y cuidar la vida que compartimos con otros seres vivos en este planeta. Son dos libros que me dan esperanza sin nunca caer en la complacencia.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Mi cabeza es totalmente caprichosa en ese sentido. En un día dado, podría haber de Feist, Bach y Lightnin' Hopkins.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
La fusión, desenmarañable, de la luz del atardecer con las capas de piedra en el Cerro de los Siete Colores, en Purmamarca.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Iba a decir que Temperley, pero lo que quisiera no es tomar un taller con él sino simplemente escucharlo hablar un rato. Del clima, pon tú.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
Mi mejilla es el cielo estrellado, una antología de Zurita que salió en México. Lo extraño, pero también creo con vehemencia que los libros son para prestarse sin esperar que se te devuelvan.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca?
Mi filosofía bibliotecaria es abrazar el caos: nunca me importó particularmente ordenarla. Y ahora que tengo una parte pequeña de mis libros en Buenos Aires y el resto en una baulera en la Ciudad de México, pues me veo obligada a fetichizar menos que nunca la idea de la biblioteca en sí. Hay pocas cosas que pesen tanto.