Nueve preguntas a Lorena Salazar Masso
Martes 30 de setiembre de 2025
La escritora nacida en Medellín, autora de Esta herida llena de peces y Maldeniña (Concreto), participó del Filba Internacional.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Una cartera negra y dorada que mi madre usaba para guardar las monedas y billetes que mi tío Jorge Luis, sacerdote, recogía entre sus amigos de diferentes países. La cartera está hecha con pequeñas piezas hexagonales brillantes que imitan lentejuelas metálicas. El cierre, metálico también, es tipo kiss-lock. Me encantaba abrirla y cerrarla, y todavía me maravilla su textura suave y fría.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
No suelo pensar en un efecto. Alguna vez quise generar dolor, pero no desde mi posición desde escritora, porque no lo era en ese momento, sino desde mi ser ciudadana. Dicho esto, pienso en La pasión según G.H. de Clarice Lispector como un libro que admiro y del cual procuro aprender.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo mejor: una habitación —simbólica— para la escritura. No hablo de la habitación de Woolf, sino de la posibilidad de crear un espacio para pensar las cosas e intentar entenderlas.
Lo peor: todavía no me ha dado lo peor.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Los ensayos de Montaigne, porque es imposible huir de las verdades que plantea en sus textos.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Boleros, de Celia Cruz.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
El color de los atardeceres en Montevideo. Maravillosos, nada se les parece.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Con Sor Juana Inés de la Cruz y Hebe Uhart.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
El amante, de Marguerite Duras. Lo tiene mi madre.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca?
Intento ordenarla por editorial, pero en casa tenemos dos bibliotecas: una parte en la sala y otra en el armario del vestier, mientras construimos la biblioteca de la habitación. Con que estén ordenados por editorial es más que suficiente para mí.