Nueve preguntas a Milagros Pérez Morales
Martes 07 de enero de 2025
La librera acaba de debutar publicando Las montañas no deberían escucharse (Bajo la luna) y hoy responde nuestras preguntas de siempre.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Una edición del Paraíso Perdido de Milton de 1869. Si no fuese un libro, probablemente un tapiz que colgaba en casa de mi abuela: son unos músicos tocando, acompañados por un perrito.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
Siendo ambiciosa pero honesta, pienso en El Capital. Porque aprendí a vivir en el mundo y a pensar de nuevo todo el tiempo que pasé (y todavía paso) leyéndolo; porque cualquier cosa que pida una ruptura en el sentido, un movimiento tectónico, me convoca; porque, más allá de su peso como documento político, Marx era un enamorado de las palabras: las metáforas e imágenes en El Capital son intensas y precisas como fantasmas. Pero en un plano más cercano, pienso quizás en El baile de las condiciones de Óscar de Pablo, porque es un marxista alegre y un gran rimador, que pone a las palabras y las formas conocidas a trabajar en pos de esa ruptura.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo peor es una autoconciencia precoz, una neurosis pronunciada: saber calcular desde demasiado joven todas esas estructuras de sentimiento en personajes, poetas, palabras que son casi como yo pero no son. Lo mejor, a la vez, fue la posibilidad de pensar más allá de mí. Por todos los otros mundos posibles, pero sobre todo por el trabajo que implica leer y escribir, que es un trabajo colectivo. En talleres con amigxs, en grupos de estudio, en lecturas compartidas, aprendí a encontrarme con otrxs, a salir de mí, a querer mejor y pensar mejor, que me parecen cosas muy parecidas.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Se me ocurren dos: Amo a Dick, de Chris Kraus, y Cabezas de tormenta, de Christian Ferrer. El primero porque es una novela divertidísima y un ensayo fenomenal sobre lo que es ser una mujer tratando de pensar y de querer. El segundo porque es breve y achispado y con una prosa de siglo XX capaz de encantar a muchxs lectorxs diversxs: son ensayitos, crónicas, sobre inmigrantes anarquistas en la Argentina: qué comían, cómo viajaban, cómo se encontraban.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
De a ratos como el último disco de Kim Gordon, de a ratos como el clásico La voce del padrone de Franco Battiato, de a ratos como Club camionero, de Camionero.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
El verde azulado del mar en La mer orageuse, de Gustave Courbet. El turquesa de la pileta en el club donde nado. El rubio, entre color cerveza y color maiz, de los bigotes despeinados de mi perro. El rojo de la lámpara roja en el escritorio de mi amado.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Estuve muy cerca de Mirta Rosenberg sin llegar a cruzármela realmente. Ella era docente en la UNA, donde me licencié, daba unas clases de poesía hipnóticas, maravillosas. Me hubiera gustado mucho encontrarme con ella en alguna instancia más íntima, pero murió antes de que eso pudiera suceder. Sé de oídas que era una lectora generosísima pero afilada. Aprender a escuchar con sus oídos hubiera sido un aprendizaje infinito.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
Muchísimos. El que más extraño es Éramos unos niños, de Patti Smith, que me apañaba en noches de insomnio. Pero ni siquiera sé dónde está.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Ordeno mi biblioteca como ordeno las estanterías de la librería. Después de tantos años de trabajo ahí, cualquier otra propuesta me resulta ilógica. Entonces, por categoría, y dentro de cada categoría, por orden alfabético de autorx. Es decir, novela gráfica, y dentro de eso todas de la A a la Z; después literatura traducida, literatura hispanoamericana, poesía, filosofía, música, cine, etc. Expuestos de cara, los chiquitos y lindos, o los que llamen a las armas.