Nueve preguntas a Luciana De Luca
Cuestionario fijo
Martes 13 de julio de 2021
Hoy responde la autora de Otras cosas por las que llorar (Tusquets).
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Un sombrero negro, de fieltro, que era de mi bisabuelo Alejandro, un italiano anarquista que huyó de Italia a fines del siglo XIX. El sombrero debe ser del 1900. Dos delantales de cocina de mi abuela paterna y una lupa redonda, con forma de cúpula, para leer letras muy chicas. Era de mi papá.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
Son muchos, pero creo que António Lobo Antunes me provocó un efecto del que nunca pude recuperarme. Y se lo agradezco.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo mejor: me salvó la vida. Me dio un sentido, como lectora primero, luego como escritora. En todas las turbulencias, la literatura fue el punto fijo del que pude agarrarme para no caer. ¿Lo peor? No sé. Quizá el proceso de ofrecer manuscritos a editoriales es difícil y a veces, doloroso. Se trata de dar algo muy valioso a alguien que no lo está esperando. El rechazo es muy duro de soportar, en todos los ámbitos de la vida.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Creo que Los galgos, los galgos y Eisejuaz, los dos de Sara Gallardo. Siempre encuentro un lector, una lectora para cada uno de ellos. El por qué: porque lo que en realidad quisiera regalar es el efecto que esos libros me produjeron. El efecto físico, emocional. En la adolescencia regalaba Extracción de la piedra de locura, de Alejandra Pizarnik. Quería evangelizar a todxs.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Depende del día. Últimamente oscila entre "Surfer rosa" de Pixies y “In a sentimental mood” de John Coltrane & Duke Ellington. La música es como el oxígeno para mí.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
Los anaranjados y los rojos de una mata de tacos de reina, en la puerta de la casa de mi abuela. Me daban hambre, sed, me encandilaban. Todo al mismo tiempo.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
¡Qué difícil! Tantos. Tengo obsesiones temporales con escritoras y escritores. Si lo pienso hoy, creo que con Virginia Woolf o Shirley Jackson. Y Tolstoi, siempre.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
Tengo un problema grave: me olvido de los libros que presto. Este mensaje es para mis amigxs: un día de estos me voy a acordar. Y van a ver.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Tenemos una biblioteca grande y hermosa, que vamos engordando mes a mes o cuando se puede. Digo tenemos porque la biblioteca es el resultado de la conjunción de los libros míos y los de Santiago, mi marido. Los dos coincidimos en que el mejor orden posible es el alfabético. El problema es que por falta de tiempo y rigor, es alfabético pero no muy estricto. Esto es: no siempre, dentro de cada letra, están ordenados como deberían. Eso me perturba profundamente. Es como una piedra en mi zapato, no tan grande como para impedirme caminar pero lo suficientemente molesta para recordarme siempre que está ahí. Y como casi nunca tengo tiempo para dedicarle a eso (porque en una casa con dos hijxs siempre hay mucho que hacer), voy rengueando por culpa del orden alfabético heterodoxo de nuestros libros. Calculo que un día de estos vamos a encontrar un hueco para ordenarlos.