Nueve preguntas a Jazmín Carballo

1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?

Se me vienen tres: Un oso de Alf que me regalaron de chiquita.  Mi diario íntimo de Garfield que empecé a escribir a los siete; lo reencontré hace poco y a partir de esos textos de mi infancia estoy escribiendo una obra de teatro. Un par de jeans celestes que estoy usando en este mismo instante, que son los que mi mamá usaba cuando tenía mi edad. Me gusta imaginar que habito esa versión que ella fue y a la vez, están vistiendo esta versión de mi misma, que estoy siendo ahora y que no se volverá a repetir.

2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?  

Nunca me pregunté esto y me gusta mucho: hay uno de Miranda July que se llama No one belongs here more than you, que me dejó un mareo dulce, sensación de libertad, de múltiples posibilidades, como un diamante, me inyectó vitalidad. También los libros con los textos que Clarice Lispector escribió en el Jornal do Brasil me fascinan, cómo se posa en los detalles y su humor único que emerge destellante.  

3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura? 

El autoconocimiento y poder conocer a otras personas, hacerme nuevos amigos. Siento que el autoconocimiento es a la vez lo mejor y lo peor; o no sé si “lo peor”, pero sí lo más difícil. Leer y escribir es algo que siempre me salva la vida. Es un lugar de mucha pureza y descubrimiento, por eso se vuelve a veces un poco áspero, el hecho de encontrarse con uno, con lo desconocido, lo inesperado. Lo mejor es también que se abren mundos impensados y fascinantes, como estar ahora escribiendo estas palabras. 

4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué? 

Recomiendo mucho El camino del artista y Fleeplay, soy medio fan. Pero cuando regalo me gusta ir cambiando según el último libro que haya leído o según la persona a la que le voy a regalar. Suelo regalar libros que no leí, pero intuyo que al otro le van a gustar.

5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?

Hace unos días me pasaron un disco que desconocía y me gustó mucho, es de Flavien Berger y se llama Contre-temps. Esta es la canción a la que le doy replay.

6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?

Fue un atardecer del último verano, en Uruguay, era una mezcla de naranja magenta y blanco, en el cielo y alrededor del sol, que tenía contorno fosforescente. Nos quedamos mirando hipnotizados cómo se escondía el sol que titilaba en el horizonte y cuando ya no quedó rastro de él, todos aplaudimos como si se estuviera bajando el telón. Semanas después volvimos a nuestra ciudad, el verano terminó y recordar ese momento desde este confinamiento, me hace pensar que ese aplauso fue el de un final verdadero, el final del viejo mundo.

7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?

No sé si tomaría un taller, pero si me gustaría ser vecina de Aurora Venturini: ella me invitaría a su casa y nos quedaríamos charlando mil horas, después yo la invitaría a comer a la mía y le cocinaría una pasta frola. Saldría a pasear con Clarice Lispector y nos perderíamos charlando por Rio de janeiro. Y después viajaría a Roma, me hospedaría en lo de Natalia Guinzburg y por la tarde me haría de guía por sus lugares favoritos de la ciudad. 

8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.

Me encanta prestar libros, confío mucho y todos vuelven, aunque pasen varios años en el medio. 

9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?

Ahora mismo estoy pasando los días en mi casa de la infancia, y las bibliotecas que hay son las de mis padres, de las cuales me nutro bastante. De todas maneras, me traje un par de libros que guardé intuitivamente en la valija cuando me vine, los tengo apilados en la mesa de luz, pero en la foto los hice posar.