Nueve preguntas a Fremdina Bianco
Cuestionario fijo
Martes 18 de febrero de 2020
Nacida en Misiones en 1990, es cineasta y autora del libro Esto que me pasa (Notanpuan). "Lo mejor que me dio la literatura fue libertad", nos dijo.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Una especie de cajita musical, pero con mechero dentro. Tiene un soporte con un mapa y arriba baila un planeta color rubí, con pequeñas estrellas, un anillo dorado que lo rodea con dibujos de los signos zodiacales y una medialuna en el centro. El planeta gira y danza al ritmo de la música y si lo abrís, guarda un encendedor, también dorado. Es un pequeño objeto que me regaló uno de mis abuelos, quien vivió conmigo hasta mis casi ocho años, y que tiene mucho valor afectivo para mí. Tal vez tenga otros objetos más antiguos, sobre todo ese tipo de reliquias familiares que uno atesora en alguna caja en algún rincón de un armario, pero, tras la pregunta, el planeta musical es el primero que se me dibujó en el recuerdo. Suelo hacerlo sonar como una especie de mantra.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
Creo que cualquiera de Lemebel o de Puig. Por sus personajes descarnados, irreverentes, locamente enamorados, pero sobre todo, porque al leerlos, me dan muchas ganas de escribir.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo mejor que me dio la literatura fue libertad. No vengo del mundo de las letras, por ello siento que al escribir Esto que me pasa tuve la impunidad de producir como quien no sabe lo que está haciendo. Eso me sirvió para volcar en palabras todo aquello que sentía que no podía filmar, me conectó con imágenes de mi infancia y despertó en mí un universo nuevo en el que me animé a hablar de muchas cosas de manera muy cómoda y sin miedos.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Durante unos años mi caballito de batalla fue El Extranjero de Albert Camus. Cuando descubrí El libro del desasosiego de Fernando Pessoa sentí una necesidad urgente de compartirlo. También regalé alguna vez El desierto de los tártaros, de Dino Buzzati pero lo presté muchas veces más, por eso creo que gana. Me lo regaló a mí alguien muy especial el día en que emprendía mi primer viaje sola. Un viaje intenso a Cuba. Recuerdo haberme despertado a la madrugada para tomar un taxi a Ezeiza y que sobre mi valija estuviera esperándome El desierto de los tártaros dedicado por quien me lo obsequiaba. Lo leí casi de un tirón y la imagen de Drogo acompañó mi viaje e hizo eco durante muchos años de mi vida. Tiempo después, fallecieron mis abuelos que, como eran inmigrantes, tenían en su biblioteca muchos libros en alemán; cuando la casa ya estaba casi vacía, me encontré con un ejemplar viejo y marrón de El desierto de los tártaros. Me sorprendió porque no se parecía en nada a los libros que ellos acostumbraban a leer y hasta daba la sensación de estar desencajado, puesto ahí por error y dejado en el olvido. Por eso sentí, de alguna manera, que me estaba esperando. Lo volví a leer y me volvió a atravesar el cuerpo. Siempre recuerdo el gesto de aquella persona que, sin decirme nada, me lo dejó sobre el equipaje porque sabía que ese era el momento en el que yo debía encontrarme con ese libro… y tal vez por eso, comencé a regalarlo y a prestarlo, intentando imitar esa invitación a moverse.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
En este momento, como Cigarettes after sex.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
Una especie de mezcla entre naranja y magenta, en un atardecer en Estambul, con el cantar de fondo del llamado a rezar de una Mezquita.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Néstor Perlongher.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
Tantos que ya debería haber aprendido esa famosa frase que siempre me la recuerda mi papá “hay dos clases de tontos, los que prestan libros, y los que los devuelven”. Uno que extraño y no recuerdo a quién presté es Las muertas de Jorge Ibargüengoitia.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Por temática y por instinto. No sabría bien cómo explicarlo. Intento ordenarlos por temática, para que mi biblioteca pueda tener un orden convencional que permita a quienes la vean entenderla, pero siempre los termino mezclando por instinto, por un “quién sabe qué” que tienen los libros que me hacen conectarlos unos con otros. A veces, por ejemplo, mezclo libros teóricos, de cine ruso o filosofía, con novelas latinoamericanas. Siempre soñé con tener una gran biblioteca, y hace casi dos años un amigo carpintero me hizo una a medida para el lugar donde vivía, pero la vida da vueltas inesperadas y a los meses tenía mis libros guardados en siete valijas y algunas bolsas atravesando una ruta. Desde ese entonces me mudé un par de veces, por eso algunos siguen allí adentro, otros en mi mesita de luz, otros apilados sobre el piso y la gran mayoría en la biblioteca de mi papá, que es un gran lector y tiene una biblioteca envidiable, con todos los libros perfectamente ordenados y catalogados como si fuera una librería. Siempre fui una persona hogareña y nunca me imaginé sin mis libros, pero estoy atravesando un momento muy especial de mi vida y necesito andar liviana. La biblioteca de mi papá se convirtió en mi mejor caja fuerte.