Nueve preguntas a Daniel Lipara
Cuestionario fijo
Martes 21 de abril de 2020
El autor de Otra vida (Bajo la Luna), comparte con nosotros su música y su biblioteca, que incluye a su gato Ramón.
1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Los anteojos de mi abuelo Marcos. Mi diario de cuando tenía nueve años. Debe haber muebles más viejos en casa, pero no estoy seguro.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
Creo que Dart, de Alice Oswald, se convirtió en algo así como una brújula o un talismán para mí. Lo abro para conectarme con algo y mover (con mucho cuidado) esa conexión a la escritura. Y Los privilegios reales, de Alberto Carpio.
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
No sé si da algo mejor o peor. O no sé cómo distinguir una cosa de la otra. Abre nuestra dimensión de lo humano, eso sí, pero no estoy seguro de si eso es bueno o malo. Mientras escribo esto estoy en el balcón de casa y me doy cuenta (no sin vergüenza) de que nunca me hice esa pregunta. Sé que cuando terminé de escribir mi primer libro sentí que las cosas ya no iban a ser como antes. Cambió mi percepción. Con cosas quiero decir mis padres (que están muertos) y mi infancia, es decir mi yo. Y mi familia también, porque se podía ofender con algún pasaje. Quise preguntarme por lo sagrado y al mismo tiempo evocar lo singular, lo maravilloso de sus vidas. Fue darle forma a lo que perdura. Eso es peligroso. La poesía es un poco como lo que le pasa a Ulises en el Hades: un rito (sea lo que sea) donde lo intangible, lo incorpóreo, encuentra una identidad, una voz, y nos habla, y es verdadero. Si sale bien, es lo mejor. La mayoría del tiempo creo que salió bien.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
En un metro de bosque, de David George Haskell.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Mi cabeza es insoportablemente influenciable a la música que esté sonando. Sigue sonando adentro todo el día, como una radio en loop. No sé si es normal. A veces es molesto porque le pongo pausa mental y a los segundos vuelve por lo bajo. Si pudiera elegir sonaría Beck. Podés llorar con Sea Change o bailar con Midnite Vultures; ir de lo folk a lo electrónico y al hip-hop. Podés todo eso al mismo tiempo.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
Soy miope infantil, de los que se tomaba el colectivo por colores, no por números. Veo nubarrones de tonos sin forma desde los seis años. Hace poco entendí que eso también es algo bueno y que me influyó. No sé cual es el color más hermoso que vi en toda mi vida pero en las últimas semanas sí: el magenta de una maravilla de terror lisérgico con Nicolas Cage llamada Mandy.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Mirta Rosenberg fue mi guía, mi gran amiga, y la extraño. Quisiera ir ahora mismo a su casa, darle un beso y preguntarle si pongo la pava eléctrica para el mate. La leo y sigo aprendiendo.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.
Potrillo de Charles Wright.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Esta es la parte de poesía. La de un cuerpo es de argentina y latinoamericana. La grande ya ni sé. Hay zonas que no tienen sentido. También hay partes simpáticas como cuando Key Ryan se mezcla con Robin Myers y Anne Carson desemboca en Homero. El del sillón se llama Ramón.