1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?

Tengo una pequeña campana que hizo mi nonno, aunque está hecha con materiales de descarte, tiene un sonido precioso. Creo que la hizo alrededor de 1940. Una vez, a los seis o siete años, tuve que pasar unos días en la cama por unas paperas muy dolorosas, entonces mi nonno me trajo la campana y me contó que la había hecho especialmente para cuando mi padre, niño aun, y mi tía, también pequeña, estuvieran enfermos y necesitaran llamar desde sus cuartos. Fue una buena idea, sobre todo considerando que en aquella casa los cuartos daban a una galería grande que llevaba a la cocina y al vestíbulo. Los Pradelli que llegaron a la Argentina y también mi querida familia italiana, se destacan por el cuidado de las personas. La asistencia fue una antorcha que recibieron tanto mi padre, un legado con el que nos protegieron, tantas veces, a los que vinimos después. Aunque la pequeña campana atravesó los tiempos, fue cayendo en desuso para aquello para lo cual había sido fabricada. Un buen día alguien la encontró en la hondura del estante de un ropero y como nadie la quería, aproveché para traérmela. 

2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?

Los relatos: "La tristeza", de Anton Chejov y "El padre", de Raymond Carver.

3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?

Lo mejor fueron las horas de lectura, les amigues entrañables, las lecturas en las aulas de las escuelas secundarias, la escritura, los viajes. Lo peor: no encuentro nada malo en la literatura.

4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?

La mujer que escribió Frankestein, de Esther Cross.

5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?

Como una canzoneta italiana

6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?

El turquesa del Mar Adriático en la región de Le Marque.

7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?

Me gustaría tomar clases con George Steiner, el autor de Lenguaje y silencio.

8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.

Esa belleza, de John Berger, que el escritor me había firmado. No lo presté en realidad, alguien se lo llevó de un taller que di hace unos años, y se olvidó de avisarme. Por muchos motivos, es un libro que tiene un gran valor para mí. Tengo la esperanza de que la persona que se lo llevó me lo regrese.

9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?   

Mi biblioteca tiene estantes muy largos. Algunos son para las colecciones del Centro Editor de América Latina, en las que iba leyendo, cuando tenía alrededor de 20 años, semana tras semana, la literatura de la Argentina y del mundo. Tengo un estante para los ensayos, que son muchos y están donde estaba mi biblioteca docente, que regalé cuando me jubilé. Otro estante para la poesía. La narrativa la divido así: Argentina / Resto del mundo. No tengo alma de coleccionista, y tengo una regla que me funciona desde hace muchos tiempo: si no deseo releer un libro, lo regalo, incluso aquellos que me gustaron. Es una norma que me ayuda a tener aireada la biblioteca.