Juana Manso y los caminos que abrió para las escritoras argentinas
Las primeras periodistas
Miércoles 16 de marzo de 2022
Escritora, traductora, periodista y maestra, pionera del feminismo en Argentina, Uruguay y Brasil, Manso fundó el Álbum de Señorita en 1854, periódico desde el que ve "la oportunidad para demostrar que la aspiración de una carrera literaria no es pretensión ridícula para la mujer", escribe Luisa Borovsky en su estudio Mujeres de prensa (Adriana Hidalgo).
Por Luisa Borovsky. Foto del Archivo General de la Nación.
Juana Manso saluda al año que empieza con la esperanza de que sea favorable a su Álbum de Señoritas. Lo hace desde las páginas del primer número, que aparece ese 1° de enero de 1854. Lleva pocos meses en Buenos Aires. Después del exilio en Montevideo y en Río de Janeiro busca en el “lar patrio”, en sus compatriotas, un amparo improbable.
Ese bienestar que solo conozco por las descripciones de Lamartine, por los cantos del Child Harold de Byron... si así no fuese... si en vez de simpatias me volviesen indiferencia, si en vez de hermanos hallase enemigos, ¿qué haría?
Alzar el bordon del peregrino, é ir a buscar una Patria en alguna parte del mundo, donde la inteligencia de la muger no sea un delito.
Donde su pensamiento no se considere un crimen; y donde la carrera literaria no sea clasificada de pretensiones ridículas.
Así pues, año de 54, llévame: ahí tienes mi mano, es la de un corazon leal y libre, que jamás fué indiferente a todo cuanto de noble y bueno puede haber. Año de 54, preséntame á mis compatriotas y díles que estoy dispuesta a consagrar mis esfuerzos y mi escasa inteligencia al bien general, en cambio solo pido un poco de simpatia.
La oposición de su padre al gobierno de Juan Manuel de Rosas y la identificación de Juana con las ideas de la Generación del 37 habían obligado a la familia Manso a dejar la Argentina. Después de Caseros ella sueña con un bienestar que sólo conoce a través de la literatura. De regreso en el país formalmente unificado por la Constitución, se imagina participando en el proyecto nacional. Ya es periodista, durante su ausencia colaboró con diarios montevideanos y en Río de Janeiro fundó O Jornal das Senhoras, un periódico que perduraría hasta 1855. Ella lo dirige desde su inicio, en enero de 1852, hasta julio de ese año, cuando decide regresar a Buenos Aires.
La “editora y propietaria” del Álbum de Señoritas se presenta como Juana Paula Manso de Noronha. No recurre al seudónimo, elige una firma que ofrece indicios de su biografía, de sus años en Brasil, de su malogrado matrimonio con el violinista portugués Francisco Sá Noronha. Abandonada por su marido, único sostén de sus dos hijas, en la arriesgada empresa de publicar el Álbum ve un posible medio de vida y una oportunidad para demostrar que la aspiración de una carrera literaria no es pretensión ridícula para la mujer.
LA REDACCIÓN
Prometí un prospecto al público, y falté á lo prometido: hubieron personas que me dijeron: Los prospectos y las proclamas están desacreditados entre nosotros: reconocí la justicia de esta observación y juzgué que el mejor prospecto que podia dar era el primer número de mi periódico. Entre tanto habrá quien haya esperado por él, y yo ni aun he corregido los anuncios de los diarios –he tenido pereza, he dicho– me perdonarán cuando sepan que un primer número me cuesta cinco veces mas que un prospecto y que he preferido gastar mas, con tal de dar una idea mas clara de mi pensamiento y una prueba mas eficaz de mi buena voluntad.
Todos mis esfuerzos serán consagrados á la ilustración de mis compatriotas, y tenderán á un único propósito: emanciparlas de las preocupaciones torpes y añejas que les prohibian hasta hoy hacer uso de su inteligencia, enajenando su libertad y hasta su conciencia, á autoridades arbitrarias, en oposicion á la naturaleza misma de las cosas, quiero, y he de probar que la inteligencia de la muger, lejos de ser un absurdo, o un defecto, un crimen, o un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica, porque Dios no es contradictorio en sus obras, y cuando formó el alma humana, no le dio sexo. La hizo igual en su esencia, y la adornó de facultades idénticas. Si la aplicación de unas y de otras facultades difiere, eso no abona para que la muger sea condenada, al embrutecimiento, en cuanto que el hombre es dueño de ilustrar y engrandecer su inteligencia; desproporcion fatal que solo contribuye a la infelicidad de ambos y a alejar mas y mas nuestro porvenir. Y no se crea que la familia no es de un gran peso en la balanza de los pueblos, ni que la desmoralizacion y el atraso parcial de los individuos no influye en bien o en mal de la sociedad colectiva.
Si soy tan feliz que consigo la proteccion de mis compatriotas, desenvolveré un plan de estudios que creo apropósito para mi objeto. Conocimientos fáciles de adquirir que estuvieron hasta hoy en el recinto del misterio y en el dominio exclusivo de los hombres y que publicados en este periódico harán mas por el desenvolvimiento de la inteligencia que millares de reflexiones y de palabras.
Mas adelante tambien, con un aumento de otros diez pesos mensuales podré obtener todos los meses figurines, moldes de vestidos, dibujos y músicas.
Recibiré desde ahora con mucho placer todas las correspondencias que se dignen enviarme y que publicaré como lo exijan.
El elemento americano dominará exclusivamente los artículos literarios. Dejaremos la Europa y sus tradiciones seculares, y cuando viajemos, será para admirar la robusta naturaleza, los gérmenes imponderables de la riqueza de nuestro continente: y no perderemos nada. Allá el pensamiento del hombre y el polvo de mil generaciones! aquí el pensamiento de Dios, puro, grandioso y primitivo, que no es posible contemplar sin sentirse conmovido.
Ahí teneis pues, el primer número del Álbum de Señoritas, ledlo, juzgadlo y si merece vuestra aprobacion se considerará feliz vuestra obsecuente compatriota.
Juana Paula Manso de Noronha
Después de años de anarquía el país empieza un proceso de transformación –el “Progreso Argentino”– que deja en evidencia profundas contradicciones. Mientras intelectuales y políticos declaman un modelo de nación que entra en conflicto con la nación real, Juana prescinde de las proclamas; su mejor presentación es su trabajo, su periódico. Construye el Álbum de Señoritas con sus ideas y sus experiencias porque, adelantada a su época, sabe que lo personal es político.
El periódico anuncia las habituales secciones femeninas: literatura, modas, bellas artes y teatros. De ese modo, la escasa libertad de una mujer para publicar lo que escribe parece ajustarse a lo tolerado. Sin embargo, incluso los temas mundanos son parte de discusiones más amplias. En la moda, señala la identidad cultural subordinada a los criterios europeos: “esto de imitar un figurín, parece una cosa, así como la de hacer una muñeca a imitación de la gente, aquí es al revés, es la gente que se torna muñeca”. En relación con la sociedad que concibe a las mujeres como adorno y fomenta su pasión por el consumo para reprobarlo después como vicio innato del ser femenino, denuncia que la presión por exhibir el estatus deseado puede llevar a las mujeres sin formación moral a enajenar su libertad y hasta su conciencia: “[…] si no sabe lo que es su alma, qué le importa á la muger venderla por un puñado de alfileres de oro?”