"El lenguaje debe ser directo y contundente"
Por Alí Calderón
Viernes 17 de marzo de 2017
El poeta, narrador y ensayista mexicano, director de Círculo de poesía, comparte hoy la historia del libro más querido de su biblioteca, que viene de la de su padre. "El propósito de la poesía es hacernos despertar".
Por Alí Calderón.
Es 1996. Lo recuerdo casi de memoria. Maradona juega con Boca y besa al pájaro Caniggia. Sus goles frente a River. Yo estoy buscando algo, no sé qué, en la biblioteca de mi padre. Y ahora qué puedo leer, le pregunto. No tarda mucho en darme un libro de la editorial LaiaB de Barcelona. Es la Antología de Ernesto Cardenal.
El propósito de la poesía es hacernos despertar, decía el poeta polaco Zbigniew Herbert. Esos epigramas adánicos, candorosos, me hicieron abrir los ojos. Imaginé a Claudia en esos bailes y a Myriam, que de tan bella, era, voraz, ella sola, toda la belleza.
En Cardenal aprendí una lección sobre poesía: el lenguaje debe ser directo y contundente. Luego vinieron las postales europeas, los salmos, los poemas de El estrecho dudoso, la historia, ese extraño lirismo, la poesía investigativa, el collage. Mi primera escuela de poesía. En Cardenal aprendí que el poema debe tener ese algo más, un casi satori o llamémosle un insight.
Es 2006. Con mis amigos organizo un festival de poesía en la Ciudad de México. Dijimos: el festival que siempre hemos soñado, con los mejores de nuestra lengua. Y no lo dudo. Contacto a Cardenal. Su secretaria, una dirección surrealista, dos boletos (uno para él y otro para William Agudelo). Todo con la promesa de llevarlo al mercado. Quiere hacer pozole, quiere comprar granos de maíz. Y es así que estoy en el aeropuerto con mi cartel ERNESTO CARDENAL. ¿Es el poeta? Me dice alguien. Sí. Y entonces aparece según el script: la boina, la camisa holgada, los jeans. Maestro, le digo, amo su poesía, fírmeme este libro. Y mire, le regalo este, el primero mío. Es por usted que comencé a escribir.
Perdóname, responde.