"El lector reescribe para sí cada libro que lee"
Vlady Kociancich
Viernes 20 de octubre de 2017
Narradora, periodista, crítica literaria y traductora argentina, autora de libros como El secreto de Irina y Cuadro de una muerte dudosa, hoy responde el cuestionario fijo a escritores y escritoras del blog y deja sonando un silencio egipcio.
1. ¿Qué te llevarías de tu casa en caso de incendio?
A Jay Gatsby. Es decir, a mi gato. Llamado así por el héroe de la gran novela de Scott Fitzgerald. Estuve muy cerca de un incendio en las sierras y ante el primer aviso se prepara un bolso con documentos. El fuego es rápido los vientos cambiantes, no hay tiempo de pensar más que en lo indispensable. Sí lloré por los zorros, la fauna del monte que veía pasar por mi jardín en fila, padres guiando una cadena de zorritos que ardieron junto con árboles, plantas, hierbas, pájaros.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
A esta altura de mi vida son demasiados para elegir uno y además la lectura, como la escritura, es un acto individual. De algún modo el lector reescribe para sí cada libro que lee, los efectos y las interpretaciones son siempre distintos, muchas veces sorprendentes para el autor.
3. ¿Qué es lo mejor y lo peor que le puede pasar a un escritor?
Depende de cada uno, imposible generalizar. Se dice que lo peor es el miedo a la página en blanco. Que de hecho es una página que desborda de caminos invisibles a seguir. La elección de uno de esos caminos siempre fue el tramo más difícil y lo prueban los borradores experimentales que preceden a la obra, apuntes, libros jóvenes y fallidos, diarios, etcétera. Otro peligro, externo, es una inmediata, estentórea celebridad. La presión de la fama quita la energía necesaria que demanda la escritura, que es mucha. Se necesita coraje para resistir la exigencia de que un nuevo libro esté a la altura del éxito del primero.
4. La superstición es...
La superstición es humana. Mientras no se convierta en fanatismo o proselitismo, debemos resignarnos a tener una o varias. Creer por ejemplo que como en las películas de Woody Allen unos tres meses en retiro le bastan a cualquiera para escribir una novela genial y ganar todos los premios de literatura es la que más me hace gracia.
5. ¿Qué disco escucharías manejando solo por la ruta del desierto?
En Egipto estuve unas horas sola en el desierto. Lo que escuché, extasiada, fue un silencio que no había oído nunca.
6. ¿A qué persona real, nacida en cualquier momento de la historia, le desearías una vida eterna? ¿Se lo darías como castigo o como premio?
Qué horror la eternidad, si existiera. No soy tan cruel como para deseársela a nadie. Las religiones que la ofrecen en premio a los sufrimientos de la vida hacen del sadismo una obra maestra.
7. ¿De qué personaje de ficción te gustaría ser amigo en Facebook?
No tengo Facebook. En realidad, creo que los amigos virtuales ya son personajes de ficción. Más cercanos y queridos son los personajes que me hablan desde un libro. O no hubiera bautizado Gatsby a mi gato.
8. ¿Qué creés que hay después de la muerte?
Nada, por suerte. A veces, en una noche estrellada de verano me he acostado en el pasto a mirar el espacio y durante unos minutos siento que estoy ahí, y la conciencia de pertenencia y de fugacidad me emociona, como un orgullo del breve paso de existir en el misterio tan oscuro como brillante de este mundo, sin atadura alguna.
9. ¿Nos mandás una foto de tu biblioteca?
Claro que sí.