Nueve preguntas a Gabriela Bejerman

_{Foto por Catalina Bartolomé.}

1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?

Un oso de peluche con el que dormí hasta los dieciséis años. ¡Cómo me aferraba al exotismo de ser niña! Y mientras tanto, ya bailaba arriba de los parlantes. Incluso después, siguió estando ahí para mis lágrimas, a contrapelo del mundo.

2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?

Por ejemplo: Hebe Uhart. La suavidad, la interioridad, la risa. La sensación de que se escribe sin esfuerzo y de que se está cara a cara con una voz sin soberbia, sin pose.

3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?

Lo mejor: una posibilidad de ver el mundo con más claridad. Un refugio del mundo. La revelación de que todo es punto de vista, y entonces podemos relativizar. ¿Lo peor? Que a la vez es puro desafío y por lo tanto… lo mejor. Destrucción del ego. Nunca serás Cervantes, ni Shakespeare, pero igual tendrás que hacerlo.

4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?

Mi vida, de Isadora Duncan. Para contagiar el amor por la creación y la necesidad de sobrevivir. Porque ahí cuenta que aprendió a bailar mirando el mar.

5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?

Maurice Ravel, igual que el susurro de los pájaros deseando con toda su levedad la venida de la primavera.

6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?

¡Oh, qué hermosa pregunta! Turquesa. Lo vi en el agua de Brasil, bajo la tupida vegetación y en un anillo que mucho tiempo usé, diciendo que lo que usaba no era un anillo sino mi color favorito.

7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?

Silvina Ocampo.

8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.

Qué suerte que no preguntaste por un libro que me prestaron y no devolví… Los hermanos Tanner de Robert Walser. Me lo compré de vuelta.

9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?

Mi biblioteca antes era única y ordenada. Ahora tengo bibliotecas desparramadas. Antes la ordenaba como las materias de Letras (argentina, latinoamericana, francesa, anglosajona…) Ahora, por género. Tengo una montaña de libros en la mesa de luz, es pesada y me cuesta moverla, airearla. Y lo que antes era "la" biblioteca ahora es el cuarto de lxs niñxs!