Nueve preguntas a Eduardo Muslip

1. ¿Qué te llevarías de tu casa en caso de incendio? 

Mi gata, aunque es posible que se escape antes que yo. Lo ideal sería que el incendio se produjera cuando tuviera cerca una mochila hecha con las cosas básicas que uso cuando estoy un par de días afuera. Me llevaría esa mochila. Me permitiría enfrentar la nueva situación sin ocuparme en lo inmediato de demasiadas cuestiones prácticas. 

2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen? 

Se me vienen ejemplos de lo ultimísimo que leí: Informe sobre Moscú, de José Sbarra; La ola, de Liliana Colanzi, Decir mi nombre de Delfina Korn. Ahora que los enumero me doy cuenta que salieron en proyectos de editores que (uno intuye) deben querer que otras personas sientan el efecto que los libros produjeron en ellos: Javier Fernández, Diego Zúñiga, Inés Acevedo. Ah, y de lo último que releí: los Cuentos de cipotes de Salarrué, los cuentos de Machado de Assis y Cerdos y porteños, las crónicas de Osvaldo Baigorria.

3. ¿Qué es lo mejor y lo peor que le puede pasar a un escritor? 

Lo peor que se me ocurre que le puede pasar a cualquier escritor creo que es lo peor que le puede pasar a cualquier persona en general: caer en un estado de sufrimiento prolongado y con pocas treguas, quedar paralizado por miedos, que el tiempo y la cabeza queden tomados por rutinas ingratas, ir cerrándose sin darse cuenta en entornos cada vez más estrechos, ir perdiendo capacidad de compasión/comprensión/empatía, sentirse cercado por el desamor y la infelicidad de los otros. Lo mejor que le puede pasar a alguien es no recibir esas maldiciones y tener la posibilidad de vivir la vida de cualquier persona, con los vaivenes normales.

4. La superstición es... 

Un juego inocente que da cierta fantasía de control sobre la vida. 

5. ¿Qué disco escucharías manejando solo por la ruta del desierto? 

Jessico de Babasónicos, Estaciones de Rosario Bléfari. Ya los escuché manejando por un desierto, con una amiga, Isis Costa McElroy. Y los escucharía manejando solo también. Built on glass, de Chet Faker, a lo mejor porque me viene a la cabeza el video de “Gold”. 

6. ¿A qué persona real, nacida en cualquier momento de la historia, le desearías una vida eterna? ¿Se lo darías como castigo o como premio? 

No me parece que pueda ser un premio. ¿Alguien se animó a decir que sí? Lo de la vida eterna no se lo desearía a nadie, pienso enseguida en la vida eterna como tópico en ficciones de terror. Si alguien fuera tan vil que se pudiera merecer eso como castigo, el castigo terminaría siendo para el resto de la humanidad, por tener que soportar eternamente a semejante inmortal. 

7. ¿De qué personaje de ficción te gustaría ser amigo en Facebook?

¿En Facebook? Con la esperanza de que lo de Facebook sea un punto de partida para acercarme más a ellos, suceda o no, le pediría amistad al personaje-narrador del cuento de Laia Jufresa “La pierna era nuestro altar” (quiero leer más de esa escritora, que leí hace poco en una antología mexicana), al de algunos de los cuentos de Pía Bouzas, al de Mi hermano de Jamaica Kincaid, al de Algum lugar de Paloma Vidal, al de los cuentos de José Fraguas, al personaje-cronista de los textos de Enrique Raab.

8. ¿Qué creés que hay después de la muerte? 

Hay disolución, y olvido, y recuerdos que se desvanecen, y pequeñas cosas que misteriosamente perduran por un tiempo, en un camino lento e inexorable hacia la nada. Digo estas cosas y me parecen tan fáciles de pensar y de decir, como si estuviera explicando el funcionamiento de un abrelatas, que sospecho que estoy muy equivocado o que no entiendo nada.

9. La mesa de luz a veces funciona como el segundo escritorio o biblioteca RAM de un autor: ¿nos mandás una foto de la tuya?

Tengo un escritorio que funciona como mesa de luz. Movidos de un modo “casual” como para que se vean los títulos, es lo que hay en este momento.