Los sueños, ¿sueños son?
Grete Stern
Por Gino Germani
Miércoles 13 de setiembre de 2017
Publicados originalmente en la Revista Idilio entre 1948 y 1951, los textos de Gino Germani cruzados con fotomontajes de la alemana Grete Stern fueron recuperados por Marina Mariasch y Syd Krochmalny en Caja Negra. Aquí, cuatro interpretaciones posibles a manos del sociólogo italiano.
Por Gino Germani.
LOS SUEÑOS DE PECES
Los sueños de peces se hallan relacionados con el agua. Como recordarán nuestras lectoras, el agua simboliza ante todo al inconsciente mismo. Es algo que renueva (purifica), pero que también arrastra y destruye. El pez, a su vez, simboliza algo contenido en el inconsciente; es un extraño animal de sangre fría, procedente de un medio muy distinto del nuestro. Muchas religiones han hecho de él un símbolo sagrado. En el sueño que comentamos la soñadora veía subir y bajar las aguas que inundaban su propia habitación (símbolo de su persona); al subir, ellas amenazaban ahogarla: pero al bajar, la amenaza se dirigía a los peces, los que iban a perecer al ser privados de su elemento vital. El sueño reveló la profunda necesidad, para la soñadora, de hallar un equilibrio que le permitiera a la vez resistir al poderoso impulso del inconsciente y salvar su contenido, vital y precioso. Como ocurre a menudo, tal necesidad de equilibrio no era conocida conscientemente por la soñadora, a la cual la interpretación de este sueño, unida al análisis de sus estados anímicos, le ayudó a descubrir la causa de su inquietud y la naturaleza de los peligros que debía superar.
LOS SUEÑOS DE PERSECUCIONES
De un modo general, cabe clasificar los sueños en dos grandes categorías, que podemos llamar de significado manifiesto y de significado latente. Son los primeros aquellos en que el sentido del sueño es evidente; los segundos, aquellos en que el sentido aparece oculto o simbolizado por cosas o seres que no lo expresan en forma directa. El sueño que aquí ilustramos pertenece, obviamente, a la primera categoría. Fácilmente puede verse que la soñadora se halla acosada, perseguida por todas partes. En realidad, era una mujer cuyo comportamiento en la vida cotidiana era normal. Había logrado adaptarse merced a una fuerte represión de sus exigencias inconscientes e instintivas. Pero estas se manifestaban en su vida onírica clamando por asomar a la vida. Los sueños de esta mujer eran por lo general torturantes. Solo después de haber ella reconocido y aceptado cabalmente la otra parte de su vida psíquica, tales sueños desaparecieron y recobró su equilibrio psíquico.
LOS SUEÑOS DE ESCALERAS
La escalera representa en nuestros sueños el medio que une los distintos pisos de nuestra personalidad, y por lo tanto indica el sentido de su desarrollo. Generalmente se trata de las escaleras de una casa, pero su significado puede extenderse también a los otros tipos de escalera. De la posición del soñador en la escalera, o del estado de esta, cabe extraer significados especiales. En el caso de este sueño –que es también un sueño de peligro–, la imagen onírica revela una situación de inestabilidad en las condiciones anímicas de la soñadora. Adviértese que tal inestabilidad deriva de haber esta querido colocarse en una posición peligrosa, de la que ahora, con mucha dificultad, está tratando de zafarse. Todo esto correspondía en la realidad a la honda inseguridad (inconsciente) en la que se hallaba sumida, inseguridad que a su vez deriva de la carencia de un objetivo vital para su existencia. También tal carencia se halla simbolizada en el sueño por el hecho de que las dos escaleras no conducen a lugares determinados –observemos la ridícula posición de la joven– y solo sirven para dar una ilusión de elevación.
LOS SUEÑOS DE FUEGO
Los sueños de fuego están siempre cargados de honda significación para la vida anímica y real del soñador. Su sentido puede variar grandemente, pero nunca dejan de referirse al estado de sus energías psíquicas potenciales. Pueden apuntar a un nuevo despertar, a un desarrollo, a una expansión de la personalidad, pero también pueden significar –como en este caso– un inminente peligro, en el que el desencadenamiento de las energías está por destruir todo nuestro equilibrio anímico. Cuando se ve el fuego surgir amenazador desde abajo, el significado es muy claro: se trata de la inminente explosión de los contenidos instintos de nuestra psique, tanto más peligrosos cuanto más fueron reprimidos en la vida consciente. Aquí, la vida aparentemente calma y apacible de la soñadora contrasta con esta aterradora visión onírica del voraz incendio, hacia el cual ella parece irremisiblemente caer. La advertencia es muy clara: la soñadora debe percatarse de su verdadero estado anímico y tratar de canalizar de manera adecuada aquellas energías que, dejadas en la oscuridad del inconsciente, acabarían en un desastre de grandes proporciones.